En un reciente artículo publicado en la revista “Forbes” por el periodista científico y doctor de biología evolutiva JV Chamary, se explica por qué el icónico hombre de acero debería tener la piel oscura.

Para iniciar la explicación es necesario entender primero la fuente del poder de Superman. Según se explica en el cómic, el kryptoniano recibe su energía de la radiación del Sol terrestre. Esta idea se reitera en el película “Man of Steel”, cuando Jor-El, padre biológico del superhéroe, dice lo siguiente: “El Sol de la Tierra es más joven y brillante que el de Krypton, tus células han bebido de su radiación, fortaleciendo tus músculos, tu piel y tus sentidos”.

Es decir, Superman necesita de la gran energía que proviene del Sol terrestre para poder utilizar sus poderes. Esto es muy similar a lo que sucede con las planta y las fotosíntesis. La fotosíntesis es el proceso en el que las plantas y otros organismos utilizan la luz para alimentarse (crear carbohidratos), crecer y desarrollarse; es decir, obtienen la energía química necesaria para sobrevivir.

Cuando los fotones -partículas subatómicas que componen los rayos de luz del Sol- chocan con una molécula de pigmento, sus electrones ganan energía suficiente para salir de sus átomos asociados. Los electrones se pasan después a lo largo reacciones en cadena para producir moléculas que posteriormente pueden liberar la energía almacenada en sus enlaces químicos, que se utiliza para sintetizar carbohidratos en las plantas. El pigmento funciona como una antena que capta los fotones. En el caso de las plantas, son verdes debido a la clorofila, el pigmento más apropiado para captar los fotones que llegan a la superficie.

Sin embargo, en el caso del Superman y el resto de kryptonianos, su cuerpo debió evolucionar para aprovechar al máximo la energía proveniente de su moribunda estrella roja. Por tal motivo, el mejor color de pigmento para absorber en mayor cantidad la radiación solar que llegaba a Kyrpton sería el negro.