El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, anunció este martes que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) dejará de ser la principal encargada de los programas de ayuda exterior. A partir del 1 de julio, estas funciones pasarán al Departamento de Estado, marcando una nueva etapa en la política exterior enfocada en los intereses estratégicos del país.
Rubio criticó a Usaid por años de ineficiencia, gastos descontrolados y por financiar una red de ONG internacionales que no lograron resultados significativos, a pesar de manejar enormes presupuestos desde el fin de la Guerra Fría. Según él, la agencia no representaba los intereses de los contribuyentes estadounidenses y, en algunos casos, apoyó grupos contrarios a los valores del país, sin recibir gratitud de los beneficiarios.
El nuevo enfoque, liderado por el Departamento de Estado, priorizará el comercio en lugar de la caridad, la inversión sobre la asistencia y la creación de oportunidades en vez de fomentar dependencia.