Aguacero de cuatro horas provocó el derrumbe de un talud
ARTURO TOVAR
Las fuertes lluvias del pasado martes 18 de julio, provocaron el deslizamiento de un talud que se ubica en la vía de Lagunetica, específicamente a la altura de El Rincón; lo que generó que seis casas y 12 familias quedaran a merced del peligro.
Carlos Aranguren, quien reside en la zona, explicó que tras cuatro horas de lluvia, la tierra se vino abajo y arrastró todo a su paso.
“Eso fue producto de un palo de agua que cayó sin clemencia, sin embargo, ese es un problema viejo, porque como puedes ver hace más de 15 años que nosotros nos quedamos sin acera porque hubo un derrumbe y eso tuvo que quedarse así”, dijo.
Señaló que los Bomberos de Miranda acudieron al lugar para remover y podar las ramas de un árbol que cedió producto de las lluvias.
“Ellos vinieron y trabajaron en sus árboles, más de ahí es poco lo que puede hacer, es una problemática que debe ser atendida a profundidad porque son casas bastante grandes las que están encima de la tierra debilitada”, destacó.
Más de 15 años sin respuestas
Aranguren resaltó que hace más de 15 años el talud se vino abajo y quedó sobre la acera, y desde ese entonces, no pudo ser removida.
“En su momento las autoridades dijeron que no podían quitar la tierra que había caído sobre la acera, debido a que esto podría provocar que terminara de ceder el talud y las casas de arriba se vinieran abajo”, contó.
Aseveró que una de las preocupaciones más grandes que tienen los residentes de la zona, es que pueda ocurrir un accidente, por el paso de peatones por la acera.
“Es normal ver a la gente pasar por la calle cuando vienen bajando en dirección a Los Teques, aun cuando vienen subiendo los carros, eso abre la posibilidad de que un conductor venga distraído y se lleve por el medio a quien venga bajando”, asumió.
Casas de dos pisos en peligro
Las viviendas que se encuentran en riesgo por esta situación, son del sector El Panadero, pero colindan con la vía de Lagunetica y el sector El Rincón.
“Es evidente que el gran peso que tienen esas casas incrementan el riesgo de que pueda ocurrir una desgracia, ya que al derrumbe le sigue cayendo agua y es poco lo que se puede hacer para evitarlo”, explicó.
Producto de esta situación, una de las caminerias que comunica a estas viviendas se cayó, dejando incomunicadas a varias familias.