23/04/15 .- Aunque no todos los consumidores pueden darse el lujo de elegir lo que comerán, existen algunos que hacen esfuerzos por variar su dieta. Nelly Uzkanga, quien hacía mercado este miércoles, es uno de ellos. Esta dama sustituye la carne roja por soya u otros alimentos que pueda pagar.
“He visto la distribución de comida baja. Sí he conseguido carne y pollo, pero no a precios regulados. Esta situación ha generado que me enfermé de un brazo, tras cargar muchas bolsas para abastecerme. Pido que se regulen más los precios porque los sueldos son mínimos”.
Uzkanga, no es analista económica, pero afirmó que “se requieren de más de dos sueldos para cubrir las necesidades básicas. Tengo 60 años y debo hacer colas para adquirir harina de maíz. A mi edad, debemos tener una alimentación balanceada con vegetales. Los precios no dan, y debo llevar las cosas de a dos tomates, cebollas, entre otros”.
Entre tanto, Florinda Ávila detalló que “al no haber carne roja, en su casa se consume huevos, pollo y ensaladas en sabores diversos. Eso se acompaña con arroz y tubérculos. Los precios me parece que están costosos, así que, cuando hay carne regulada compramos; sino, nos toca llevarlas al precio que la vendan”.
Un caballero que también hace mercado es Wiston Gil. “En la casa sustituimos las proteínas que no vemos, por pollo y pescado. No consumimos muchos enlatados porque no se acostumbra. Eso sí, siempre que puedo compro en los operativos de carne que se hacen en el Mercado Municipal de El Paso”.
Por su parte, los trabajadores se quedan de manos atadas cuando no les llega las reses. Así lo aseguró, el carnicero Israel Hernández, quien manifestó que “pollo y cochino sustituyen el rubro cárnico en las neveras tequeñas. Pese a que, la distribución de las reses está baja, la calidad es buena cuando llegan”.