Los trastornos del espectro autista (TEA) son más comunes en niños que en niñas y afectan a alrededor del uno por ciento de la población mundial. Los TEA incluyen trastornos como autismo y síndrome de Asperger. Se usa la palabra “espectro” porque la naturaleza y gravedad de los síntomas de los TEA varían mucho de una persona afectada a otra.
En general, los niños que tienen un TEA no desarrollan las habilidades sociales y del lenguaje que desarrollan otros niños de su misma edad. Como resultado, tienen dificultades para relacionarse con otras personas. Los niños con un TEA pueden también tener comportamientos inusuales y problemas de aprendizaje
Autismo
Los niños con autismo tienen dificultad para comunicarse e interactuar con otros. Esto a menudo se advierte por primera vez al llegar a los dos años de edad. Algunos niños con autismo podrían tener alguna dificultad de aprendizaje, como dislexia (una condición que impide el desarrollo de habilidades basadas en el lenguaje, incluyendo lectura, ortografía y escritura).
Síndrome de Asperger
El síndrome de Asperger es similar al autismo, pero generalmente es menos severo. Los niños con síndrome de Asperger generalmente se comunican mejor que aquellos con autismo y tienen inteligencia promedio o superior al promedio. Generalmente no tienen las dificultades de aprendizaje que tienen los niños con autismo.
Síntomas de los Trastornos del Espectro Autista
Los niños con un TEA tienen tres conjuntos principales de síntomas que afectan su comunicación, habilidades sociales, intereses y comportamientos. Estas características pueden variar mucho.
Comunicación
Los niños con un TEA no desarrollan las habilidades lingüísticas y no verbales usuales que desarrollan otros niños de la misma edad. También tienen problemas para entender el significado del lenguaje oral o escrito.
Es posible que advierta por primera vez que su hijo tiene dificultades de comunicación si:
- no puede balbucear (hacer sonidos o decir palabras sin sentido) o señalar al cumplir un año
- no responde a su nombre
- no ha aprendido ninguna palabra al llegar a los 18 meses de edad
Su hijo podría interpretar palabras según su significado exacto; es decir, tendrá un sentido literal del lenguaje y no podrá entender bromas o ironía. También podría tener dificultad para interpretar el lenguaje corporal o las expresiones faciales.
Los niños mayores pueden tener un uso poco común del lenguaje y pueden tener dificultad para iniciar o mantener conversaciones.
Los niños con autismo severo podrían no hablar nada, pero se les puede ayudar a comunicarse de otras formas, por ejemplo, mediante señas o usando imágenes.
Habilidades sociales
Los niños con un TEA tienen dificultades para interactuar con otras personas, hacer amigos o llevarse bien con otros niños. Podrían ser incapaces de enfrentar situaciones nuevas. Por ejemplo, si su hijo tiene un TEA puede:
- no buscar afecto y resistirse a que lo abracen o besen
- preferir estar solo
- no entender los pensamientos o emociones de otras personas
- tener dificultad para aceptar reglas sociales simples, lo cual puede provocar problemas en la escuela
- tener dificultad para manejar sus emociones, lo cual puede dar lugar a explosiones de ira o agresividad
Comportamiento e intereses
Es posible que los niños con un TEA muestren poco interés, o ninguno, en juegos de actuación o imaginación. En cambio, pueden estar más interesados en comportamientos, actividades e intereses repetitivos.
Su hijo podría desarrollar un interés especial a una edad temprana, por ejemplo, por la música, el arte o por coleccionar objetos.
Otros síntomas
Además de los problemas que afectan la comunicación, las habilidades sociales, los intereses y el comportamiento de su hijo, también podría
- gustarle apegarse a las mismas rutinas y podría alterarse mucho si dichas rutinas se modifican
- ser hipersensible o insensible a la vista, el sonido, el olfato, el tacto o el gusto
Muchos niños con un TEA también tienen otras condiciones como trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), dispraxia (dificultad para coordinar y organizar los pensamientos y los movimientos) o epilepsia (una condición que causa convulsiones).
Causas de los Trastornos del Espectro Autista
En la actualidad no se comprenden con exactitud las causas de los TEA. Se cree que son causados por una combinación de factores, incluyendo los genes que heredamos de nuestros padres.
No existe evidencia científica que respalde la teoría de un posible vínculo entre el autismo y la vacuna triple víral (sarampión, paperas y rubeola).
Diagnóstico de los Trastornos del Espectro Autista
Si cree notar que su hijo muestra signos de un TEA, comuníquese con un médico.
El médico le hará preguntas sobre el comportamiento de su hijo y también podría hacer una entrevista de evaluación conocida como Lista de verificación para autismo en niños pequeños (CHAT, por las siglas en inglés) si su hijo todavía no ha comenzado la escuela.
Si el médico cree que su hijo podría tener un TEA, se le podría evaluar en un centro de desarrollo infantil para identificar cualquier necesidad específica. Es posible que usted y su hijo deban consultar diversos profesionales, incluyendo un pediatra, un psiquiatra infantil, un terapeuta del habla, un terapeuta ocupacional, un psicólogo y un experto en educación como, por ejemplo, un maestro especializado o un psicólogo educativo.
Los especialistas generalmente usan una herramienta llamada Escala de observación para el diagnóstico del autismo (o ADOS, por las siglas en inglés) para diagnosticar los TEA. Se trata de un grupo de pruebas estructuradas que pueden adaptarse a diferentes grupos de edades.
Si a su hijo le diagnostican un TEA, es posible que se le asigne un trabajador clave, como un pediatra del desarrollo (un médico que se especializa en desarrollo infantil) o un especialista en salud que pueda brindarle a usted información y apoyo.
Tenga presente que la disponibilidad y el uso de estas pruebas específicas pueden variar de un país a otro.
Tratamiento de los Trastornos del Espectro Autista
Los TEA no tienen cura, pero los niños afectados pueden recibir ayuda para manejar sus síntomas de diversas maneras. Existe evidencia científica que respalda el uso de:
Terapias conductuales
Terapias tales como el análisis del comportamiento aplicado (ABA, por sus siglas en inglés) pueden mejorar el desempeño social y la comunicación de su hijo. Este tipo de terapia requiere que su hijo vea a un psicólogo clínico o terapeuta capacitado, quien recompensará el buen comportamiento del mismo con halagos. El psicólogo o terapeuta también determinará una forma consecuente y estructurada de lidiar con el comportamiento desafiante o dañino.
Otras terapias
Existen otras terapias cuyo objetivo es ayudar a su hijo con la comunicación y el aprendizaje. Estas incluyen:
- El Sistema de comunicación por intercambio de imágenes (o PECS, por las siglas en inglés), por el cual se le enseña a su hijo a entregar una tarjeta con una imagen por algo que desea. Esto ayuda a su hijo a expresarse.
- “Earlybird” es un programa de tres meses que le ayuda a usted a manejar a su hijo y predecir comportamientos inadecuados durante la edad preescolar.
- La terapia ocupacional ayuda a su hijo a adaptarse al entorno donde vive.
- La terapia cognitivo-conductual (TCC) puede ayudar a su hijo a modificar pensamientos y comportamientos negativos.
- La terapia del habla y del lenguaje ayuda a su hijo a comunicarse mejor.
Es importante recordar que un tipo de terapia puede servir a un niño pero no a otro, ya que todos los niños tienen distintos niveles de necesidades y capacidades.
Medicamentos
A veces, el médico de su hijo podría recetarle un medicamento para que lo tome en el corto plazo para reducir síntomas como agitación, hiperactividad o comportamiento agresivo. Sin embargo, dichos medicamentos pueden tener efectos secundarios. Consulte siempre a su médico, y lea el prospecto de información al paciente que viene con el medicamento de su hijo.
La disponibilidad y el uso de los distintos tratamientos pueden variar de un país a otro. Consulte a su médico acerca de sus opciones de tratamiento.
Ayuda y apoyo
Los profesionales de la salud que participan en la atención de su hijo pueden brindarle ayuda y apoyo a usted y a quienes cuidan de su hijo. Por ejemplo, los relevos de atención pueden darle oportunidad de descansar mientras otra persona cuida de su hijo.
Escuela
Los niños con un TEA a menudo necesitan una evaluación educativa y apoyo especial. Su hijo podría ir a una escuela especial o, si es posible, asistir a una escuela convencional con ayuda adicional.
En general, los niños autistas se desempeñan mejor si las actividades en el aula son muy estructuradas. La mayoría de las escuelas usan el método de Tratamiento y educación de niños con autismo y problemas de comunicación relacionados o TEACCH (por las siglas en inglés), el cual proporciona un entorno muy estructurado de aprendizaje con instrucciones mayormente visuales. Los padres pueden trabajar de cerca con los maestros, usando las mismas técnicas en el hogar.
Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo
La Asamblea General de las Naciones Unidas “declaró por unanimidad el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, para poner de relieve la necesidad de mejorar la calidad de vida de los niños y adultos autistas para que puedan tener una vida plena y digna”.
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad reconoce en su artículo 3 el derecho a la autonomía individual y la independencia de las personas. Además, en el artículo 12, la Convención subraya que tienen “capacidad jurídica en igualdad de condiciones con las demás en todos los aspectos de la vida”.
La capacidad jurídica es fundamental para el reconocimiento de una persona como ser humano pleno, con derecho a tomar decisiones y celebrar contratos. A menudo, sin embargo, ciertas habilidades se han considerado necesarias para disfrutar de una autonomía individual plena, lo que ha obstaculizado la inclusión social total de las personas con autismo.