Miles de personas de todos los credos se reunieron en el funeral musulmán de la leyenda del boxeo Mohamed Alí, en su ciudad natal, Kentucky, para homenajear a un hombre que luchó en el cuadrilátero y buscó la paz lejos de las cuerdas.
Unas 14.000 personas han pasado por el ‘jenazah’, que significa funeral en árabe, en el complejo donde el excampeón del mundo de los pesos pesados derrotó a Willi Besmanoff el 29 de noviembre de 1961, en su última pelea en Louisville.
Alí, famoso por su destreza en el boxeo y su activismo político y cultural en las turbulentas décadas de los sesenta y los setenta, murió el viernes a los 74 años de edad a causa de una infección generalizada en un hospital de Arizona.
«La muerte de Mohamed Alí nos hace sentir un poco más solos en el mundo», ha dicho Sherman Jackson, un estudiante musulmán de la Universidad de Carolina del Sur. El imán Zaid Shakir, fundador de la escuela de humanidades musulmana Zaytuna College en Berkeley, California, ha encabezado el servicio, que duró media hora y en el cual los fieles rezaron plegarias sobre el cuerpo de Alí, que yacía en un ataúd.
Alí y su familia planearon el funeral durante diez años,asegurándose de que se respetara su fe musulmana. La despedida final del exboxeador tendrá lugar el viernes, cuando miles de personas se reúnan para un servicio interreligioso en el KFC Yum Center. Figuras públicas como el expresidente estadounidense Bill Clinton, el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, y el comediante Billy Crystal asistirán a la ceremonia de este viernes.
Entre los asistentes al funeral del jueves estaba un hombrebangladeshí llamado también Mohamed Alí, quien ha afirmado que ha viajado a Estados Unidos para asistir al servicio religioso pese a su frágil salud. El hombre mostró fotografías de su famoso tocayo visitando su hogar en Bangladesh hace casi 40 años.
«Si no hubiera podido asistir al funeral de Mohamed Alí hubiera sido una parte triste de mi vida», ha señalado. «Hoy o mañana tengo que morir. Así que me arriesgué y vine hasta aquí porque él visitó mi hogar», ha agregado.
Entre las personalidades que despidieron a Mohamed Alíestuvieron el líder por los derechos civiles Jesse Jackson y el cantante Yusef Islam, antes conocido como Cat Stevens. «Alí no morirá nunca. Su espíritu seguirá con nosotros», dijo a Reuters el promotor de boxeo Don King, quien también estuvo en la ceremonia del jueves.
Alí alcanzó la fama en el mundo del boxeo en momentos en que se esperaba que los deportistas negros fueran de bajo perfil. Su jactancia, incluso antes de cambiar su nombre desde Cassius Clay, sobresaltó al Estados Unidos blanco. El exboxeador sorprendió más a sus compatriotas cuando se unió al Islam y cambió su nombre en 1964.
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