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Jimmy Correa, de transcriptor a brillante diagramador

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Karines Sabino

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Agradecimiento. Este fue el calificativo que empleó Jimmy Correa para describir el sentimiento que le une al gran equipo de Avance. “A esta empresa le debo mi entrada al mundo laboral, 10 años que trabajé aquí y fue una experiencia enriquecedora que agradezco siempre”. Comenzó como transcriptor en 1996 cuando solo tenía 16 años de edad, después se convirtió en diagramador y allí se mantuvo por nueve años más, siempre con un excelente desempeño.

“Yo cursaba cuarto año de bachillerato en el Muñoz Tébar, el profesor Jesús Medina, me impartía Nociones Generales del Derecho y era el asesor legal del Avance para ese entonces; una vez se me ocurrió preguntarle si sabía de algún lugar donde pudiera emplearme en vacaciones escolares, lo consultó con el señor Rómulo Herrera y me ofrecieron la oportunidad de ingresar como transcriptor de las notas que los periodistas montaban en máquinas de escribir, esas yo debía pasarlas a la computadora junto a otra compañera de nombre Claudia Mogollón”.

Fue así como Jimmy entró a trabajar en la antigua sede de la calle Falcón. Recordó que para ese año el diario contaba con 16 páginas y que por tanto cada transcriptor debía levantar alrededor de 25-30 notas, que después pasaban por la corrección de Yurimia Boscán, para luego pasar a diseño y después a impresión en la rotativa. De los periodistas que recordó, están Yasmín Devesa, Millie Zurita, Ronald Peñaranda, Iván Álvarez Vitta y el profesor Jesús María Sánchez.

“A finales de 1997 el señor Rómulo comenzó a adquirir nuevas computadoras y los periodistas pasaban sus notas de forma directa, así que la función de los transcriptores desaparecía, entonces surgió la posibilidad de incorporarnos al equipo de diagramación; recuerdo a Carmencita y a su hermana Alba, a la señora Florángel y también a Irma, que nos entrenaron en función de los amplios conocimientos que tenían en PageMaker, el programa que se utilizaba para diseñar las páginas del diario”.

Una vez que se graduó en el liceo, ingresó en la Unesr para estudiar Administración, pero no trascendió más allá del primer semestre, de manera simultánea seguía trabajando en Avance hasta que hallara alguna opción académica universitaria que lo cautivara.

 

“La primera vez que diseñé una página para este diario fue la de deportes, las más importantes, como portada, contraportada y sucesos eran responsabilidad de Carmen Terán, pero yo siempre buscaba aprender de ella. Cuando comenzamos a usar InDesign, en la empresa financiaron un curso para capacitarnos y ofrecer con ello lo mejor a los lectores y clientes”.

Formación integral

De acuerdo al criterio de este entregado e incansable trabajador, el aprendizaje constante es una de las cosas que más apreciaba de esta sala de redacción. “Conocer de ortografía y sobre la importancia de las noticias me atrapaba, tal vez eso caló en mí para quedarme tanto tiempo trabajando para este medio. Interactuar con los periodistas era muy interesante y enriquecedor”.

 

“Teníamos una responsabilidad muy grande, sobre los diagramadores pesa la labor de advertir los detalles que pudieran escapársele al redactor para participárselo al corrector y editor nocturno; teníamos el criterio para hacerlo porque nos enseñaron incluso a tener como hábito permanente el uso del diccionario de la Real Academia Española y la lectura e interpretación de la misma, costumbre que he transmitido a mis hijas y que mantengo aún vigente en mí. Fui incluso periodista por un día, en una oportunidad tuve un viajé en la universidad para una actividad en la que coincidí con Joel Aranguren, ambos armamos un artículo ecológico que se publicó en la revista del diario, mi mamá aún conserva aquella publicación”.

“A pesar de ser tan joven, siempre conté con la confianza y la mano amiga del señor Rómulo; crecer tanto personal como de manera profesional, es algo que jamás me cansaré de agradecerle, aquí adquirí también mucha responsabilidad y madurez. En 2003 comencé a estudiar enfermería, porque me atraía esa carrera, al terminar mis clases me venía a trabajar, pero una vez que comencé el ciclo de pasantías atravesé una encrucijada y debí abandonar el diario en 2006 para ejercer mi verdadera profesión, en la actualidad estoy haciendo una maestría en Gerencia de Salud Pública”.

Jimmy coincidió con muchos de los entrevistados de esta sección, al afirmar que en Avance encontró una familia a través de amistades duraderas que aún mantiene tan intactas como en aquel entonces; en el caso de personajes que dejaron huellas imborrables en su memoria, por todas las cosas que de ellos aprendió, figuran Yurimia, Millie y el señor Rómulo.

A la vanguardia

“Para 1999 nació la revista Cambio, que salía encartada los domingos con el diario; esa la diseñamos en un principio entre todos pero con el exceso de trabajo dividimos responsabilidades y quedó a cargo de Carmencita y Carolina Laucho, incluso estuve un tiempito como coordinador de los diagramadores del periódico”.

“Fueron muchos los cambios que en diez años experimenté en esta empresa. En primer lugar mudarnos de sede fue impactante y positivo, dejar aquella casita acogedora para adaptarnos a este edificio fue algo que nos emocionó y motivó mucho, fue un boom. En segundo lugar la transformación tecnológica, el jefe apostaba siempre a que tuviéramos lo mejor a nivel de equipos y conocimientos, uno se actualizaba de manera constante y eso también nos gustaba a todos, eso por supuesto traía mayores retos, es decir aumentar de 16 páginas a 24, luego a 32 y finalmente a 40, lo que duplicó el equipo de trabajo”.

Aseguró que las páginas que más le gustaba diagramar era la de farándula, “tenía libre albedrío para desarrollar mi creatividad, lo mismo que en la ediciones especiales que circulaban en navidad, en el aniversario del diario y el cumpleaños de Los Teques, uno buscaba lucirse con cada diseño”. Por otra parte, señaló que lo más gratificante era el reconocimiento de los periodistas, reporteros y por supuesto de los jefes cuando elogiaban el trabajo que él realizaba y que llevaban su inconfundible sello.

Aunque ya lleva once años en el mundo de la enfermería, esbozó con una radiante sonrisa que le gustaría algún día volver a pertenecer al equipo de diagramadores de este medio de comunicación. “Me sigue fascinando el diseño”.

 

Recalcó que jamás ha dejado de leer este periódico, hoy por hoy lo hace a través de Internet, pero lo sigue fielmente porque para él, Avance es sinónimo de Los Teques, “no hay persona de esta ciudad que no se haya involucrado durante estos 30 años con este ícono informativo, pues ha sido un excelente medio de contacto con la comunidad, además de que ha sido formador de muy buenas generaciones”./lb

MARIBEL SÁNCHEZ 

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