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250 familias ruegan a Dios para que les aprueben proyectos de servicios

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Maribel Sánchez

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Cada día se emprende una batalla social distinta, pero quienes lo hacen desde situaciones adversas merecen tal vez un doble reconocimiento; o en muchos casos, cuestionamiento. Las 250 familias que habitan el sector Terrazas de Sinaí, en la comunidad tequeña  de Los Alpes, despiertan cada mañana con ganas de hacerle frente a la vida.

Ellos, a quienes por algún tiempo se les catalogó como “invasores”, hicieron parte del proyecto Vista Hermosa que tuvo lugar en 2009 a través de la conformación de una Organización Comunitaria de Vivienda (OCV).

Para enero 2022 se consolida una división, porque albergar distintos sectores implicaba poseer debilidades muy diferentes. Esto ocurrió porque uno de ellos amparaba familias de la etnia Wayuu, así que tras el fraccionamiento surgieron Terrazas de Sinaí y Terrazas de Canaán.

“Actualmente, nuestra comunidad multicultural tiene varios proyectos en espera. Hemos levantado buenas casas con mucho esfuerzo y nos hace falta la reparación de la vialidad, la ejecución de un proyecto de electrificación, instalación de tuberías para agua potable y la recuperación de la cancha”, detalló Osmaidis Pereira, vocera comunal.

A simple vista se nota el pésimo estado en la carretera de tierra, cuyo deterioro impide el acceso a los camiones cisternas y de Pdvsa Gas Comunal, por lo que sus lugareños deben bajar varios metros hasta la calle principal o rellenar con escombros algunos tramos.

La luz es otro dolor de cabeza  

Génesis Villarreal, vecina, aseguró en compañía de sus dos pequeños hijos que a diario ruega a Dios para que les aprueben el proyecto de las tuberías, porque “es una angustia parir agua para bañarlos y mandarlos a la escuela, muchas veces pido un tobito a los vecinos para asearlos porque nos llegan las cisternas cada 4 o 6 meses”.

La cancha, que en 2023 recibió por parte de la Alcaldía de Guaicaipuro pintura para “ponerla bonita”, luce en deplorables condiciones y requiere trabajos mayores de reparación en el cercado, piso, aros y tablero. Para Coromoto Ojeda, lugareña, el alumbrado es de absoluta prioridad, porque en cuanto a la energía eléctrica dependen de una toma proveniente de un sector vecino. Por tener baja tensión se les dificulta el encendido de las neveras, las “caminerías” se iluminan con bombillos de las casas; razón por la que piden celeridad a las autoridades en la evaluación aprobación de los proyectos.

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