El 25 de marzo de 1976, una nube brotó del monte y se mezcló de fenómenos luminosos en un rincón de la finca Betania, ubicada en la carretera Nacional Cúa- San Casimiro.

Fue la primera aparición oficial registrada de la imagen de María Virgen y Madre Reconciliadora de Todos los Pueblos ante la dueña de la finca, María Esperanza Medrano de Bianchini, quien era considerada como una vidente que en años anteriores había recibido diferentes “mensajes” espirituales que le hablaban de una importante misión en su vida.

La vidente había recibido mensajes de la Virgen anticipándole pistas que le permitieron ubicar el lugar donde las apariciones se iban a desarrollar y ella reconoce finalmente el sitio el 29 de marzo de 1974 gracias a las descripciones dadas en los mensajes, ya que estas coincidían en forma perfecta con el lugar: la vieja casa, el trapiche, la siembra de caña de azúcar y de café, y la gruta de aguas cristalinas.

Aparición colectiva

En marzo de 1984 alrededor de 150 personas afirman haber visto, luego de una Misa con motivo del aniversario, a la Virgen posada sobre una cascada.

De estas personas 108 firmaron un documento como testigos del hecho, en que dicen, que la aparición fue bajo 7 advocaciones diferentes,entre otras como la Virgen de Lourdes, del Carmen y la Virgen de los Milagros, pero en la última tenía un niño en su brazo derecho en posición de entrega y, en la mano izquierda, el santo rosario.

El día 28 de agosto de 1989 la familia Bianchini decidió donar a la Iglesia 4 hectáreas de la finca para construir el Santuario de la Virgen de Betania, que al principio era muy rústico y que poco a poco ha ido tomando forma para recibir a la cantidad de personas que lo visitan a diario.

De esta manera el antiguo fundo agrícola de Betania fue decretado en 2009 como Santuario Mariano Diocesano María, Reconciliadora de Todos los Pueblos.

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