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50 familias invaden áreas del club Cumbre Azul

Los tomistas

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Periodistas de Avance

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Tomistas aseguran que buscan recuperar las instalaciones

RONALD PEÑARANDA

Un total de 50 familias provenientes de Guaremal, El Trabuco y otros sectores del denominado Eje Sur, invadieron varias áreas del Club Cumbre Azul, ubicado en el kilómetro 30 de la carretera Panamericana.

A eso de las 6:00 pm, del sábado 16 de marzo, los tomistas, en su mayoría mujeres, quienes dicen ser cabezas de hogar, llegaron al lugar con camas, colchones y demás corotos y se instalaron en unas casitas.

“En vista de que esas instalaciones estaban abandonadas y se prestaban para hechos delictivos, tomamos la decisión de meternos ahí”, declaró Yusmari Herrera, quien señaló que vivía en la casa de su suegra arrimada.

Otra ocupante, recalcó que vándalos se habrían apropiado de los espacios. “Allí han ocurrido violaciones y hasta asesinatos”.

Jackelin Carrero, explicó que ellos están en condiciones de recuperar las áreas recreativas, los jardines y hasta darle uso   a unos terrenos para destinarlos a la siembra.

Hasta habló de montar en el lugar una fundación para rescatar a unos niños de ese mismo grupo que fueron abandonados por sus padres y que ahora piden plata en la Panamericana.

Los informantes dijeron que este lunes un hombre que se identificó como socio del club, los mandó a desalojar.

“También llegaron unos ocho funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana que todos estos días nos han amedrentado. De aquí no nos vamos a salir”, advirtió otra ciudadana.

Aclaró que no son los únicos que están detrás del otrora sitio de recreación, sino también 15 trabajadores que en su mayoría llevaban más de cuatro décadas prestando servicios y cuando el club se fue a la bancarrota, no les pagaron prestaciones sociales, “entonces ellos quieren cobrarse ahorita con un pedazo de terreno”.

En decadencia

En los años 80 y 90 el Cumbre Azul vivió su mejor momento. Fue escenario de grandes celebraciones como bodas, cumpleaños y fiestas populares. E incluso allí se presentaron artistas internacionales como el salsero Maelo Ruiz.

Su desvalijamiento comenzó hace más de cinco años. Gente de barrios aledaños cargó con las turbinas de las piscinas, cables, láminas de zinc, lavamanos, pocetas, vigas, entre otros objetos.

Hasta hace poco se vieron a unos cuantos vigilantes, que de la noche a la mañana dejaron el pelero, porque no aguantaron el sometimiento del hampa.

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