Ver a una mujer de 80 años formándose como comunicadora social o a una joven con discapacidad visual instruirse como una profesional en Gestión Ambiental son escenas cotidianas en el estado Apure, en los llanos venezolanos, donde la Misión Sucre brinda condiciones de formación a personas que por edad, condición física o ingresos económicos eran excluidas de la formación universitaria 17 años atrás.
Esta plataforma inclusiva ya suma 14 mil triunfadores, que egresaron de esta política educativa nacida hace 13 años en áreas como Informática, Agroalimentaria, Administración, Electricidad, Turismo, Construcción Civil, Gestión Ambiental, Educación y Comunicación Social.
“Nada más el primer año ingresaron 8 mil estudiantes, muchos de ellos comenzaron becados porque el presidente (Hugo) Chávez automáticamente los becó a través de los censos y fue una experiencia muy bonita”, sostuvo Juan Ascanio, uno de los actuales profesores de la aldea “Vuelvan Caras” de San Fernando, capital de la entidad, y fundador de la misión en la región.
“Las ventajas de este plan nacional de educación son muchas, su filosofía de aprender haciendo, formar para crear y no para buscar empleo, no discrimina a nadie, se conecta con la realidad de su entorno a través de los proyectos productivos, tiene horarios flexibles, de seis a nueve de la noche todos los días y fines de semana todo el día; beca a los estudiantes tanto por la misión como por la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho, entre otras”.
Los programas de formación en el estado cuentan con el respaldo de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), Politécnica Territorial Pedro Camejo, Politécnica Territorial Doctor Prieto Figueroa y los Institutos Universitarios Tecnológico Los Llanos, Tecnológico Doctor Federico Rivero Palacios y el Colegio Universitario de Caracas./lb