El equipo español cometió presunto delito fiscal en el multimillonario fichaje del brasileño
La justicia española imputó al FC Barcelona por un presunto delito fiscal en el multimillonario fichaje del delantero brasileño Neymar, en el marco de un escándalo que ya provocó la dimisión de un presidente del club. El juez Pablo Ruz, de la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, “imputa al FC Barcelona por un delito contra la Hacienda Pública en relación con el fichaje del jugador brasileño”. Neymar, de 22 años, firmó por cinco temporadas con el Barsa en mayo de 2013, pero ya noviembre de 2011 el club y el jugador del Santos habían firmado un primer contrato que establecía el compromiso del Barsa de fichar al delantero.
La operación Neymar, que supuso para el Barsa un desembolso de 86,2 millones de euros (unos 118 millones de dólares), se convirtió en causa de revuelo cuando un socio del Barcelona, Jordi Cases, presentó una denuncia contra el presidente del club, Sandro Rosell, por “apropiación indebida” en el marco del fichaje.
La aceptación de esa querella por el juez Ruz provocó la dimisión de Rosell el 23 de enero. Su sucesor, Josep María Bartomeu, advirtió al día siguiente que la directiva del Barsa no tenía intención de “dimitir de ninguna forma” si se veía implicada en la querella.
En un escrito enviado al juez Ruz, fechado el 17 de febrero pero conocido solo el miércoles, el fiscal José Perals pidió que se ampliase la investigación al Barsa como persona jurídica por “un posible delito contra la hacienda pública”. Según la fiscalía, las sumas en juego se elevan por lo menos a 10 millones de euros en 2011 y a 27,92 millones en 2013, en tanto que el presunto fraude tributario sería de 9,1 millones de euros.
En un comunicado divulgado el miércoles, el club azulgrana se defendió asegurando que su actuación “ha sido, en todo momento, con respecto a esta operación y de acuerdo con la información de que se dispone, plenamente conforme al ordenamiento jurídico vigente”.