Carmen Mavares lleva 25 años manteniendo el orden con un toque particular
“Mi trabajo se caracteriza por ser consecuente y disciplinado”. Así lo expresó la comisionada Carmen Mavares, directora de Polisalias, quien ha labrado una exitosa carrera desde el compromiso y entrega profesional que imprime a sus funciones. “El día que no sea capaz de cumplir a cabalidad mi trabajo, preferiría retirarme”.
Nació, se crió y reside actualmente en Caracas, pero es hija adoptiva de San Antonio de los Altos desde hace 11 años. “Soy la segunda de cuatro hermanos y la única funcionaria policial de mi familia. En principio mis padres se oponían a que me desenvolviera en esto porque ya era una profesional”.
Señaló que sus estudios de primaria y bachillerato transcurrieron entre la Unidad Educativa Experimental Venezuela, el Patronato San José de Tarbes y el Colegio La Salle, donde finalmente obtuvo su título de educación media diversificada durante 1985.
“Una vez que culminé el liceo, ingresé a la UCAB, de donde egresé en 1990 como abogada. Posterior a eso, hice una especialización y maestría en Criminalística en la Iupol y luego dos diplomados en el área. Considero que ser policía no es fácil, pero es una carrera muy loable”.
Explicó que en 1991 se topó con un aviso de la Policía del Municipio Sucre, en el que llamaban a profesionales a integrarse a un cuerpo policial distinto. Eso llamó poderosamente su atención y decidió sumarse. “Cuando fui había como 500 aspirantes y quedé seleccionada para formarme en el curso que estaban dictando, el cual aprobé como la primera de mi clase en lo que fue la séptima promoción de ese cuerpo policial”.
Mavares aseguró que apostó a convertirse en una policía diferente, porque la mueve el contribuir a resolver los problemas de la gente. “Siendo civil fui testigo del maltrato al que son sometidas las personas por algunos cuerpos de policías, con esa base la gente le temía a los funcionarios y yo quería romper ese paradigma, además de demostrar que no todos son corruptos. Yo tengo pocas cosas y las he conseguido gracias al trabajo duro y honrado”.
Indetenible ascenso
“Empecé como agente patrullera y fui ocupando varios cargos; en 1996, cuando estaba como asistente en la Dirección de Operaciones en el cargo de detective, se realizaron ascensos por mérito y fue allí cuando pasé junto a un importante grupo de funcionarios a la Policía de Miranda, donde permanecí por una década”.
Para ese entonces, cuando Juan Fernández estaba como Alcalde de Los Salias, efectúo una propuesta al comisario Manuel Furela, de la Policía de Sucre, para que sus funcionarios prestaran apoyo en comisión de servicio a la dirección del cuerpo saliense. “Fue así como llegué aquí en enero de 2005 para ser jefe de la División de Asuntos Internos, luego fui directora de Recursos Humanos y posteriormente hice lo propio como consultora jurídica y después subdirectora”.
En 2008, fue por primera vez directora del organismo policial. Un año después, bajo el mandato de Ovidio Lozada como alcalde, entregó la dirección al comisario Guillermo Moscarela, para finalmente en 2011 retomar la subdirección y dos años más tarde asumir nuevamente la dirección que fue ratificada también en enero de 2014, y avalada por el Ministerio de Interior, Justicia y Paz.
Resaltó que en su haber suma 25 años de carrera profesional. “He labrado importantes reconocimientos y condecoraciones que me han llenado de satisfacciones; entre ellas las recibidas por este y otros cuerpos policiales, así como por la Asamblea Nacional, la Cámara Municipal y la propia comunidad. Entre las órdenes que recuerdo tengo la Rosario Milano, Buen Ciudadano, Ciudadano Ilustre y Seguridad Ciudadana”.
Calidad humana
A su juicio, servir a la comunidad desde el punto de vista de brindar seguridad es una labor difícil que debe llevarse a cabo con mucha responsabilidad, porque además de estar involucrados de lleno con el sentir de la gente, también se está vinculado a máximas autoridades y otros organismos.
“Hay quienes aseguran que soy adicta al trabajo, pero más allá de eso, lo que sucede es que soy de las que piensa que para que las cosas salgan como uno quiere, debe hacerlas uno mismo; me tomo muy en serio mis responsabilidades y siento que no puedo desvincularme tan fácilmente de ellas”.
Esta gran guerrera es una mujer verdaderamente 4×4, no tiene miramientos a la hora de cumplir con su deber, con tal de que las cosas salgan como las tiene planificadas. “No me gusta ser funcionaria de oficina, soy como cualquiera de mis compañeros; si hay operativos, salgo con ellos, hago guardias, pongo puntos de control, me monto en patrulla o en moto”.
Precisó que otra de las satisfacciones que ha tenido es la gran cantidad de buenos amigos que se cosecha en ese medio. “Aunque en este tipo de trabajos predomina el machismo, nunca he tenido ese problema porque soy una más de ellos, además de que soy muy cercana a mis compañeros y trato de involucrarme humanamente con sus situaciones”.
Compromiso ineludible
Mavares destacó que su norte se enfoca en orientar a sus funcionarios, que traten a las personas como les gustaría ser tratados a ellos. “Pienso que el respeto y la cordialidad son fundamentales, porque eso te hace merecedor del afecto de la gente, eso es muy alentador. Más allá de eso, hay que brindarles verdadera atención y si se escapa de las manos resolverles alguna situación, buscar al menos orientar y direccionar”.
Aparte de ser una destacada y querida funcionaria, es también madre de dos jovencitas, Daniela de 22 años, estudiante de Filosofía; y Andrea, de 14 años, que cursa segundo año de bachillerato. “He procurado siempre inculcarles la importancia de la responsabilidad desde mi propio ejemplo. Viviendo en Guarenas trabajé en Los Teques y me aguanté la viajadera por seis años con tal de cumplir con mi trabajo, nunca falté”.
Hizo un llamado a la reflexión. “Exhorto a que la gente haga lo que le guste, pero con responsabilidad y compromiso. Admiro a mi hija mayor porque ha estado muy centrada en lo que quiere a pesar de los comentarios ajenos, ha demostrado incluso ser la mejor y la apoyo”.MS/ac/Foto: Alexander Offerman