Van 554 días sin recibir traslados
En los calabozos de la Comandancia General de la Policía de Miranda en la avenida Bicentenaria de Los Teques, así como en las coordinaciones policiales de Ocumare del Tuy, Santa Teresa y Río Chico el hacinamiento ha traído consigo situaciones de emergencia como motines, fugas, funcionarios heridos y prolongadas huelgas de hambre; esta última en procura de cupos en las cárceles. Sin embargo, han transcurrido 554 días y hasta ahora el Ministerio de Servicios Penitenciarios no ha otorgado los traslados que se requieren para descongestionar estos lugares de reclusión provisionales cuya capacidad es de 150 en toda la entidad, pero cuenta con 178.
“Le aconsejo al Gobernador que tome cartas en el asunto. Él tiene competencias en la policía, y si cree que no las tiene, que me avise. Él puede hacer cayapas, traslados; puede hacer muchas cosas. Yo tampoco puedo venir aquí a decirle lo que tiene que hacer, pues tiene más tiempo como gobernador que yo como ministra”, fue lo que dijo la ministra Iris Varela durante el desalojo del Internado Judicial de Los Teques en enero de este año, cuando se le preguntó sobre los cupos que solicitaban los 166 detenidos que permanecían en ese entonces en los calabozos de la policía regional.
Han transcurrido cuatro meses y el panorama no ha variado mucho; más bien ha empeorado. Hace 15 días, en la Coordinación Policial Nro 4, correspondiente a Río Chico, se requirió la intervención de funcionarios de Orden Público a fin de controlar una reyerta liderado por un jovencito de 18 años y que dejó un polimiranda herido.
En tanto que el 7 de mayo, 43 privados de libertad iniciaron un motín y secuestraron a ocho mujeres que se encontraban de visita en la comandancia general, como un último intento por obtener respuesta a sus solicitudes, luego de una fallida huelga de hambre que duró cuatro días y que solo generó el deterioro a su salud. La acción dejó una funcionaria herida y obligó el uso de perdigones de plástico para controlar a los alzados, mientras que los presos que presentaron heridas fueron trasladados hasta el Victorino Santaella.
Ese mismo día, en Santa Teresa del Tuy, se frustró un intento de fuga que generó destrozos en parte de las instalaciones y tres funcionarios lesionados. En los calabozos con capacidad para 20 reos, había 33 aprendidos que abrieron un boquete de 20 por 25 centímetros. Mientras que en Ocumare del Tuy, el 22 de enero varios presos se opusieron al traslado de cuatro líderes a otro comando, situación que dejó dos policías y seis presos heridos.
En medio del alzamiento de los internos, se declaró un alerta policial lo que motivó la movilización de efectivos de Polimiranda de varios municipios del Tuy, así como efectivos de las policías municipales de Cúa, Charallave e Independencia y uniformados de la Guardia Nacional ante el intento de fuga de algunos reos.
La solución: ordenar los traslados
Elisio Guzmán, director del cuerpo de seguridad regional, ha insistido en que la solución es ordenar los traslados. “El tema de la política criminal nos afecta a todos. He insistido sobre la desocupación de nuestros calabozos debido a los inconvenientes que acarrea un grupo de hombres metidos en una celda tan pequeña”. Recalcó que se han enviado las solicitudes de cupos a los ministerios de Servicios Penitenciarios; de Interior, Justicia y Paz; a la Fiscalía, al fiscal superior, al juez rector, al defensor del Pueblo, pero no han dado respuesta./AT