Como un gran gesto de participación social, algunas de las familias y empresas más poderosas de Francia han ofrecido millonarias donaciones para la reconstrucción de la catedral de Notre Dame, monumento histórico e invaluable, consumido en gran parte por un voraz incendio registrado este lunes.
Mientras los cuerpos oficiales se encargaban de extinguir las llamas dentro de la catedral, el grupo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH), del empresario Bernard Arnault, anunció la donación de 200 millones de euros para “la reconstrucción de esta extraordinaria catedral, símbolo de Francia, de su patrimonio y de su unidad”.
Por su parte, el grupo L’Oreal, en unión con la familia Bettencourt Meyers, también anunciaron una donación de 200 millones de euros, de los cuales 100 son procedentes de la fundación de 1987 para la recuperación de la catedral.
François-Henri Pinault, una de las grandes personalidades del arte francés, hará un aporte de 100 millones de euros junto a su padre. El magnate es dueño de marcas de lujo como Saint Laurent, Gucci y Alexander McQueen. El también esposo de la actriz mexicana Salma Hayek señaló en un comunicado que “esta tragedia afecta a todos los franceses y va mucho más allá de quienes se sienten ligados a ella por valores espirituales”.
Las empresas tampoco se han hecho esperar y se unen a esta beneficencia en el nombre del arte, la historia y la cultura. La petrolera francesa Total informó a través de su cuenta en Twitter una donación de 100 millones de euros para aliviar los daños de esta tragedia.
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