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El venezolano no pierde el hábito de leer

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A pesar de los precios elevados, los lectores buscan la manera de enriquecer su intelectoPublicaciones especializadas extranjeras no se encuentran

A pesar de los altos precios y la caída que ha tenido la producción de libros en Venezuela por parte de editoriales privadas, a causa de las dificultades para obtener divisas, muchos venezolanos siguen manteniendo el hábito de leer.

Así lo expresa Héctor Sánchez, encargado de una tienda de libros y con más de 15 años trabajando en esta industria, quien manifestó que en vista de lo complicado que es traer textos importados de firmas reconocidas, los usuarios optan por llevarse cualquier material que les permita enriquecer su intelecto.

“Me consta que al venezolano le gusta leer, el más flojo te lee un diario”.

En el ámbito literario es muy poca la variedad que se consigue. Pese a que la producción nacional ha aumentado, usuarios buscan editoriales conocidas y autores extranjeros, según expresó Alejandro González, trabajador de una librería.

Sánchez advirtió que más de 50 publicaciones extranjeras de ciencia, tecnología y computación desaparecieron hace meses, mientras que otras revistas de temas variados como farándula o moda llegan en pocas cantidades a las estanterías. Pasatiempos, crucigramas, entre otras, no figuran en la lista de solicitados.

Altos precios

Ante todos los inconvenientes que ha presentado la industria, los pocos textos que se encuentran poseen precios elevados. Los libros de Paulo Coelho oscilan entre los Bs. 600 y 700, y las obras de Gabriel García Márquez entre Bs. 400 y 800.

Otros títulos de sexología, autoayuda y novelas van desde Bs. 200 hasta 1.700, y la biografía de Oscar de León sale en Bs. 1.070.

Menos textos, menos periódicos, menos información

La crisis de las divisas ha afectado a todos los sectores que dependen del papel. Empresarios pasan las de Caín a la hora de buscar bobinas para imprimir sus productos, lo cual se traduce en periódicos más delgados y con menos noticias, menos revistas locales especializadas y menos libros.

La oferta de textos también es un problema. Los últimos best sellers y libros de moda extranjeros no llegan al país y tampoco se pueden editar, debido a la falta de papel en las empresas editoriales en el país.

Los consumidores tienen pocas opciones para escoger. En diciembre algunas librerías se vieron forzadas a rebajar los precios, lo que ocasionó que se vendiera gran parte del inventario, y ahora no se consiguen muchos de esos títulos.

La situación durante este año afecta a padres y representantes, quienes tienen que realizar largos recorridos para hallar los textos escolares.

Temas actuales

De acuerdo con información que publican editoriales y librerías en sus páginas web, lectores han despertado su interés por los temas que conciernen a su vida, a sus creencias y a sus tendencias políticas.

Entre los más buscados están El prisionero rojo, de Iván Simonovis; El grito ignorado, de Ibéyise Pacheco; y La presa del comandante, de Francisco Olivares.

La vida es una sola y No es cuestión de Leche, de Carlos Saúl Rodríguez; Te como a besos, de Kilo Veneno; Heridas que muerden, heridas que florecen, de Oscar Misle; Sexo con cinco, de Amor Antúnez; y las recetas de Sascha Fitness son otros de los preferidos últimamente.

Por su parte, obras como la saga de Harry Potter aún siguen despertando interés entre el público, y Kilómetro cero, las crónicas de Leonardo Padrón, siguen manteniéndose en boga./ac

Por: Yordys Méndez Fernández/Foto: Andreina Alemán

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