Los problemas de sueño y depresión pueden ser síntomas de alarma
ELIZABETH FLEURINE
El Parkinson es un trastorno degenerativo que progresa lentamente afectando zonas específicas del cuerpo, caracterizado por temblores, rigidez muscular, movimientos involuntarios y dificultad para mantener el equilibrio y la postura.
Adler Puerta, neurólogo, afirmó que esta patología no es única de los adultos mayores, ya que muchos jóvenes también pueden verse afectados, solo que los síntomas motores no son tan visibles, lo que les permite llevar una vida normal sin temblores.
“El Parkinson es una de las principales causas de discapacidad por enfermedad neurológica a nivel mundial, que actualmente afecta significativamente la calidad de vida de millones de personas”.
Esta enfermedad neurocognitiva, crónica e invalidante se caracteriza por la pérdida o degeneración de neuronas, la cual provoca falta de dopamina en el organismo, cuya sustancia es la encargada de trasmitir información al cerebro para que las personas puedan realizar movimientos normales.
“La falta de dopamina hace que el control del movimiento se vea alterado, provocando así los síntomas característicos como el temblor en reposo y rigidez en zonas específicas”.
Al ser una patología de progresión lenta, quienes la padecen tienen que ser abordados por un equipo terapéutico multidisciplinario, que abarque tratamientos farmacológicos y terapias de rehabilitación.
“Cabe destacar que el Parkinson no es una enfermedad contagiosa y que la edad es un claro factor de riesgo, ya que comúnmente afecta a personas entre los 50 y 60 años de edad, donde también pueden experimentar síntomas invalidantes como problemas de sueño, depresión, trastornos de control de impulsos o problemas cognitivos”. EF/rp Foto: Yuliettsha Molina