La víctima cuenta la pesadilla que vive tras su intención de buscar empleo
RONALD PEÑARANDA
Por la mente de Fabiana Rodríguez nunca se le pasó que el deseo de buscar un empleo para lograr ingresos fijos y ayudar a sus padres a pagar sus estudios de idiomas modernos en el Tecnológico Américo Vespucio (Caracas), se convertiría en una pesadilla.
El 17 de enero acudió a Pink Pork Food Truck, un restaurante ubicado en El Picacho, en San Antonio de los Altos, propiedad de su padrino, José Raúl Topelián. Fue citada a una entrevista de trabajo, pues estaba optando al cargo de recreadora. En el local hay un parque infantil y en cierto modo ella ha tenido experiencia trabajando con niños.
Llegó al sitio, la recibió el hombre de 59 años. La invitó a pasar a su oficina para hablar con calma. Aceptó y entró. “Lo primero que preguntó fue que para qué quería trabajar, le respondí que para ayudar a mis papás a pagar los gastos de la universidad”.
“Luego me preguntó que cuánto costaba el semestre, le dije que 400 dólares. Enseguida me manifestó que él me lo pagaría porque era mi padrino y sentía que era un compromiso, le dije que no, que si me quería ayudar, que me diera el empleo. Como una forma de agradecerle me le acerqué para abrazarlo porque siempre lo he visto como un familiar y al responderme el abrazo, me empezó a acariciar el cuello, me pasó la lengua por el oído, buscó varias veces de besarme la boca y en una de esas lo logró”, cuenta la chica de 19 años en diálogo con Avance.
Se sintió incomoda. “Por un momento me paralicé, pero después reaccioné y me lo quité de encima para que no siguiera besándome. Me tomó por el brazo, me dijo que me dirigiera a un mueble que tiene en su oficina y que lo espere acostado mientras que salía a atender a otra persona. Me opongo y ya molesta le comunico que me tengo que retirar”.
Confiesa que estaba nerviosa, quería salir de ahí “volando”. Pasaron varios minutos y él actuó como si nada. “Me dice que si quería comer, que me quede tranquila, que yo era su ahijada más bella. Aproveché que él tenía una entrevista con otro muchacho y salí corriendo de allí”.
El empresario por una cámara de seguridad se percató que la joven salió apresurada y la alcanzó en el estacionamiento. Se ofreció a llevarla hasta su casa. “Agarré el teléfono y comencé a grabarlo. Le pedí que me dejara en un local de mi familia que está a cinco minutos de ahí y así fue. No me habló en todo el camino y al llegar me señaló que se pondría en contacto con mi papá para hablar el tema de mi universidad. Me bajé y casi de inmediato le conté a mi mamá lo que estaba pasando”.
A la madre no le pareció nada bien el “manoseo” de su compadre hacia Fabiana y tras escuchar su relato, esperó que se calmara y le preguntó que si quería denunciar y automáticamente respondió que sí.
La visibilidad del caso
El 18 de enero la víctima junto a su mamá acudió al Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Los Teques a formular la denuncia.
“Iniciaron la averiguación, a ese señor lo han citado. Me mandaron hacer unos exámenes físicos y psicológicos. El diagnóstico de éste último es estrés postraumático. Me han dicho que él no va ir preso pues no hay pruebas suficientes porque no hubo penetración”.
Al ver que ya han pasado dos meses y la investigación no avanza se armó de valor y decidió visibilizar su caso. El domingo 19 de marzo publicó un vídeo en TikTok que se volvió viral. En el material audiovisual de 1 minuto y 30 segundos no menciona el nombre del presunto agresor sin embargo éste horas más tarde dio la cara y también por medio de dos vídeos lo negó todo.
“Mi intención no es desprestigiarlo ni mucho menos chantajearlo ni extorsionarlo como lo ha expresado en sus redes. Él dice que yo fui a pedirle dinero, que soy una desagradecida porque pagó mi fiesta de 15 años, que ayudó a mis papás cuando no tenían dinero. Lo único que pido es justicia, que pague por lo que hizo. A raíz del video que publiqué han aparecido otras 17 jóvenes que han sido víctimas de abuso y acoso. Es su modus operandi, buscar mujeres entre 18 y 23 para ofrecerle trabajo en su negocio”.
Fabiana se siente revictimizada, porque en las redes sociales la han atacado. “Me escriben de todo que soy una interesada, que me lo busqué, que quiero plata. Nada más lejos de la realidad, solo busco que todo el mundo sepa qué clase de persona es ese ciudadano para que tengan cuidado. Quedé vulnerable, deprimida, solo el escuchar su nombre entro en pánico. No sé cómo voy a superar esto tan desagradable”.
Medidas de protección
El martes 21 de marzo el Ministerio Público en una resolución dicta medidas de protección y seguridad a favor de Fabiana Carolina Rodríguez Meneses.
En el documento firmado por el fiscal provisorio segundo Miguel Rolando Álvarez Santeliz, se lee que José Raúl Topelián, tiene prohibido acercarse a la muchacha, a su lugar de residencia y estudio.
También se le prohíbe al supuesto agresor o a personas de su entorno realizar actos de persecución, intimidación o acoso a la mujer o cualquier familiar suyo.
Fabiana Rodríguez: Quedé vulnerable
La medida emitida por la Fiscalía Segunda de Miranda