Se quejan de las bajas ventas
En una encrucijada se encuentra parte del sector comercial que paulatinamente ve disminuida su capacidad de mantener operativos sus negocios, al punto que algunos deben poner de su bolsillo para mantener abiertos sus negocios.
Avance recorrió locales ubicados en las calles Miquilén y avenida Bermúdez para precisar el comportamiento de las ventas, debido al impacto que ha tenido la variación cambiaria y su implicación en la reducción sustancial del poder adquisitivo de los trabajadores
El dueño de un negocio de calzados de origen sirio que pidió reserva de su identidad, contó que las ventas van en picada, porque la gente cuenta con dinero, pero su valor se va perdiendo como consecuencia de la devaluación diaria del bolívar.
“Las personas entran al establecimiento solo a mirar, mientras que otros preguntan y comparan precios, pero no compran. Esto está muy mal”.
Manifestó que requiere como mínimo vender un $150 diarios para poder cubrir los gastos de los servicios públicos, impuestos nacionales y municipales, además del pago de nómina.
“Estoy a punto de cerrar y guardar la mercancía, aunque se corre el riesgo que no se venda después porque pasan de moda. Hasta los momentos pongo de mi dinero para no cerrar y poder cumplir con los pagos de los impuestos porque si no te multan, estamos entre la espada y la pared”.
Temen escasez
Gerardo Velázquez, encargado de una avícola, auguró un escenario de escasez de algunos productos de alimentos importados para mascotas, por la dificultad de conseguir dólares del Estado al precio BCV.
“Me estoy endeudando, pero procuro llenar el inventario para poder atender a mis clientes. Ni idea del tiempo que podré aguantar la locura de tener de tres tasas, una oficial y dos plataformas digitales criminales que atentan contra la economía de todos”.