En horas pico a muchos conductores no les queda otra que caer en el hueco

A las kilométricas colas que se forman en las horas pico en la avenida Víctor Baptista, frente al antiguo Padre Cabrera, se suma otro impedimento para el libre tránsito: una boca de visita que cada día se hunde más y amenaza con volver leña los vehículos de los conductores incautos.

Ana Gómez, vendedora informal, explicó que la problemática comenzó en noviembre del año pasado. “Eso es un peligro. Hay choferes que caen ahí y nadie les paga los daños que sufren sus carros, sobre todo en el tren delantero”.

Recordó que en varias oportunidades un equipo de Hidrocapital ha inspeccionado el lugar. “Vienen, se meten allí y se van, pero todo queda igual. Lo peor es que son más de 20 centímetros de hundimiento. Para colmo, justo en ese punto la vía, en dirección al Metro, se reduce a un canal y contribuye con el caos”.

Varios conductores pidieron a los responsables de esta irregularidad atenderla lo antes posible, dado que ha pasado mucho tiempo y sus bolsillos son los que sufren. “En ocasiones hay tanta cola que a uno no le queda más remedio que caer ahí, lo que a la larga afecta los amortiguadores, muñones y tren delantero, y con lo caro que están los repuestos toca hacer un sacrificio para reemplazarlos”./ac