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A tres años de un brutal infanticidio

el hombre y la mujer

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Ronald Peñaranda

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La mujer que mató a su bebé recién nacida y después tenía miedo de llegar al INOF

A mediados de marzo 2022, cuando Sol del Valle Molina Peña, aceptó ante el Tribunal Primero de Control de Los Teques de que mató a su bebé recién nacida, por lo que debía enfrentar una condena de 20 años de prisión, hizo una petición un poco “curiosa”, que no la mandaran para el INOF porque temía por su vida, pero el juez Mario Lizcano Urbina, desestimó la solicitud y sin titubeo ordenó su reclusión a la cárcel de mujeres, donde actualmente permanece.

Diez meses antes de la sentencia, concretamente el viernes 21 de mayo de 2021, ella junto a un cómplice de nombre Glender Omar Rivero, cometió el atroz crimen que sacudió a los Altos Mirandinos. De eso ya han pasado tres años.

De acuerdo a las averiguaciones, a cuyos detalles tuvo acceso Avance, el día anterior del hecho, es decir el 20 de mayo, los dos caminaron rumbo a una zona apartada de Vuelta Larga (La Matica), sector donde vivían. Tenían una misión: Abrir un hueco cerca de una montaña, hicieron el trabajo con pala y pico, posteriormente se retiraron del lugar.

Ella que en aquel momento tenía 24 años de edad, estaba embarazada, a punto de dar a luz. En la madrugada de aquel 21-M, ambos volvieron al mismo sitio, con las mismas herramientas (pico y pala). A la victimaria le empezaron a darle los dolores hasta que finalmente parió en pleno monte.

Era una nena. Cuando nació, la despiadada madre la envolvió en una franela, luego se la pasó al sujeto y éste sin pensarlo dos veces le dio varios golpes en la cabeza con un palo. Seguidamente la metió en el hueco que habían abierto horas antes. La enterraron y después taparon la improvisada tumba. Regresaron a sus casas como si nada hubiese pasado.

Todo se descubrió al día siguiente, es decir el sábado 22. Al padre de la criatura, que no vivía con la mujer, varios vecinos del barrio lo felicitaron porque se había convertido en papá. Le pareció extraño que su expareja no le hubiese avisado nada.

Inverosímil historia

El papá se dirigió hasta la casa de la ex y la encontró a ella sola. No vio por ninguna parte a la bebita. Por supuesto surgieron las preguntas y recibió respuestas incoherentes, como que había parido en el Hospital Materno Infantil de Caricuao (Caracas) y que la pequeña nació muerta, pero la dejaron recluida allí porque la trasladarían a Mérida donde realizarían varios exámenes.

Esta historia le pareció inverosímil al hombre, quien enseguida se fue hasta el Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalistas (Cicpc) para formular la denuncia.

Ese 22 de mayo, en horas de tarde, activaron una comisión que se movilizó hasta la vivienda de Sol del Valle, en lo que se conoce como la escalera de la maracucha, donde la detuvieron. En ningún momento opuso resistencia.

Una película de terror

Durante el interrogatorio del Cicpc la asesina habló del crimen como si se estuviese contando una película de terror. Los detectives que estuvieron al frente del caso la calificaron de fría y calculadora. Ella misma llevó a los policías al área donde enterraron a la infante.

En varias oportunidades intentó justificarse alegando que no tenía los recursos económicos para mantener a la niña y por eso buscó a su “amigo” (Glender) con el propósito de idear un plan para deshacerse de la víctima.

De igual manifestó ante la policía científica que se enteró de que estaba embarazada a los siete meses. Esta versión nada creíble también fue usada por ella para fingir que tenía una enfermedad mental con la finalidad que la que declararan inimputable. Sin embargo, la estrategia de su abogado defensor no funcionó.

Siempre sostuvo que actuó por desesperación, no obstante, el Ministerio Público (MP) demostró que la muerte de la bebé fue planificada. El juzgado la condenó a la pena de 20 años por el delito de homicidio intencional en la persona de su descendencia (infanticidio) tipificado en el artículo 406 del Código Penal. Fuentes judiciales revelaron que durante las audiencias Sol del Valle nunca mostró arrepentimiento.

Alerta roja de Interpol

Glender Rivero “compinche” de Sol del Valle, se dio a la fuga el mismo día de la muerte de la recién nacida. Desapareció sin dejar rastro.

El MP lo imputó por homicidio intencional. Sobre él existe una orden de aprehensión. Se presume que se encuentra fuera del país. Este medio comunicación conoció que, a solicitud de la Fiscalía, el tribunal acordó una alerta roja de Interpol.

El individuo anteriormente tenía un registro policial también por homicidio del año 2015. Aunque nunca se pudo determinar la relación que mantenía este delincuente con la fémina, hubo la sospecha de que eran amantes. Asimismo, la verdadera razón del infanticidio se convirtió en un enigma.

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