La obra “Aerofanía – Retumbos místicos para banda sinfónica” del músico venezolano fue escogida entre 60 competidoras provenientes de España, Portugal y América Latina.
La obra “Aerofanía – Retumbos místicos para banda sinfónica” del compositor venezolano Adrián Suárez, resultó como ganadora del Segundo Concurso Iberoamericanlo de Composición para Banda Sinfónica Ibermúsicas – Oaxaca.
Este certamen, auspiciado por el programa de Fomento de las Músicas Iberoamericanas, IBERMÚSICAS, junto a la Secretaría para la Cultura y las Artes de Oaxaca y el Centro de las Artes de San Agustín Etla, a través del Taller de Creación Musical, “surgió con el objetivo de estimular la composición musical contemporánea en Iberoamérica y propiciar la creación de nuevas obras para bandas de viento”, según se informó en la página web de esa organización.
El jurado integrado por los maestros Víctor Rasgado (México), Marlos Nobre (Brasil) y Agustín Charles (España), decidió dar por ganadora la obra del venezolano, quien concursó con el pseudónimo “Aedo en Extasis”.
El compositor recibirá una dotación económica de 10.000 dólares estadounidenses como parte de la premiación. Además, la obra será estrenada por la Banda Música del Estado de Oaxaca bajo la dirección del maestro Alfredo Hernández en el Teatro Macedonio Alcalá, en la ciudad de Oaxaca, el próximo sábado 26 de noviembre de 2016 a las 7:30 p.m. y se invitará al compositor a la ceremonia de premiación previa al concierto.
Se recibieron 60 obras de compositores de los siguientes países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, México, España, Portugal y Venezuela.
Desde la Tetraktys sagrada
Suárez explica que la obra es una “manifestación, misterio o ceremonia del aire”, y agrega que la obra fue culminada en el año 2015 y tiene una organización ceremonial.
“Su contenido anuncia el ciclo eternamente transformador del mundo en eterno retorno -escribe-. La estructura de la pieza está basada en la pitagórica Tetraktys, figura que muestra como la Década (10) es el resultado de 1 (Padre) + 2 (Hijo, desdoblamiento en la dualidad) + 3 (Espíritu santo, trinidad) + 4 (Universo viviente: aire, agua, fuego y tierra). El 10 (1+0) asume el sentido de la totalidad en movimiento y con ello la multiplicidad del universo material: Igne Natura Renovatur Integra”.
Fuente: El Universal.
