Los desmayos o vahídos, también conocidos con el término médico de “síncope”, son comunes entre los jóvenes, en especial entre los adolescentes.
Tantos como uno de cada 4 niños y adolescentes sanos se han desmayado en algún momento. Si bien la experiencia puede dar miedo, por lo general la causa no es nada grave. La mayoría de los jóvenes se recuperan rápidamente después de un desmayo, típicamente en menos de un minuto.
Es importante que los padres estén informados sobre los factores desencadenantes de desmayos comunes, tales como la deshidratación, y obtengan el tratamiento adecuado cuando sea necesario. Tal vez sea necesaria una consulta con el pediatra o el cardiólogo para descartar causas preocupantes de desmayos que, aunque son infrecuentes pueden ser graves. |
Lo más frecuente es que un desmayo en niños sanos ocurra cuando hay una disminución temporal de la circulación de sangre rica en oxígeno hacia el cerebro. Por lo general, el niño se recupera rápidamente. Esto se llama desmayo simple.
Otros factores desencadenantes de un desmayo simple pueden ser no tomar suficiente líquido, Permanecer de pie en un mismo lugar durante mucho tiempo, recalentamiento, Emociones intensas en respuesta al dolor, a la sangre o a algo que lo impresione o atemorice, Hiperventilación o respiración demasiado rápida, espasmos del llanto o determinados movimientos./LO/at