Al menos 15 personas han muerto este domingo y otras cinco resultaron heridas en Marruecos durante una avalancha sobrevenida mientras se repartía ayuda alimentaria en la localidad de Sidi Bualem, en la región sureña de Esauira, según informa la agencia oficial MAP. Los medios locales, no obstante, elevan a 17 el número de fallecidos y precisan que se trata de 14 mujeres y tres niños. El reparto de la comida había sido organizada por una asociación local, según la agencia oficial MAP.
El sitio digital Le360 informó de que unas 800 personas, la mayoría mujeres, acudieron ante los puestos de distribución gratuita de alimentos. Una investigación judicial ha sido abierta de oficio por la fiscalía para establecer las circunstancias del accidente y determinar responsabilidades. El Ministerio del Interior ha abierto otra paralela. Por su parte, el rey Mohamed VI ha anunciado que se hará cargo personalmente de los gastos de entierro y de la atención sanitaria de los heridos.
Omar Arbi, responsable en la región de Marrakech de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), indicó a este diario. “La zona donde ha ocurrido esta tragedia es una de las regiones más pobres de Marruecos. La mayoría de las víctimas son mujeres y estaban allí para recoger un poco de harina que distribuye una vez al año un mecenas local que preside una asociación benéfica en Casablanca. Es la cuarta vez que este hombre hacía entrega de alimentos. Al parecer es un hombre muy religioso y ha sido ya detenido”.
En las redes sociales hubo quien lamentó el destino de este mecenas cuyas siglas, A.J., aparecen ya en varios medios del país. “Además de la posible condena judicial tendrá sobre su conciencia el peso de todas las muertes”, lamentaba un internauta. El mecenas, según diversos medios, es un hombre religioso, un lector del Corán, que llegó al pueblo acompañado de varios ayudantes.
El responsable en Marrakech de la AMDH, la organización más combativa del país en materia de derechos humanos, asegura que es el Estado y no cualquier mecenas quien debe asumir su responsabilidad respecto a los pobres. “Nosotros estamos contra los mecenas”, indicó. Omar Rabi señaló también que es preciso estar atentos a la evolución de los heridos. “Ha habido unos 40 heridos, cinco de ellos graves. Y sabemos que el hospital provincial más cercano, el de Esauira, es un centro sin medios materiales suficientes para atenderlos. Y menos en un domingo, donde ”.
El mes pasado, el organismo oficial encargado de elaborar estudios estadísticos (HCP, Alto Comisariado del Plan), cifró el número de pobres en Marruecos en 3,9 millones sobre una población de 35 millones. Sin embargo, Arbi estima que esa cifra está muy por debajo de los 11 millones que, según su organización, padecen en Marruecos la miseria y la pobreza.
El accidente sobreviene poco más de un año después de que se produjera otro fatal suceso en la ciudad norteña de Alhucemas, con la muerte de un vendedor de pescado que murió triturado en un camión de basuras cuando trataba de impedir que la policía confiscase su mercancía. Aquella muerte desencadenó decenas de protestas en el Rif, en la que cientos de jóvenes pedían mejoras económicas y sociales para sacar esa región norteña de la pobreza. Solo el encarcelamiento y la persecución judicial de unos 300 activistas del Rif ha conseguido detener las protestas. Pero la miseria continúa asediando al Rif y también otras zonas del país. La sequía que padece Marruecos este año no ha hecho más que agravar el problema.