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“Aquel que no sabe administrar el poder, cuando lo pierde está hundido”

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Josy apuesta a la sencillez y al contacto real con la gente

“Mi sueño es estar todo lo que me quede de vida en San Antonio”. Quien conoce a Josy Fernández sabe perfectamente bien de la calidad humana que este sanantoñero posee; y los que no, entonces podrán saberlo a través de su valiosa historia de vida.

José Antonio Fernández López es reconocido por todos como Josy porque desde muy niño lo llamaban así, ya que en su familia abundaban los José; nació en la Cruz Roja de Caracas y sus primeros ocho años de vida transcurrieron en La Trinidad.

“Soy hijo único. Mis padres llegaron de España a Venezuela con una mano adelante y otra atrás en 1964. Mamá comenzó a laborar como conserje y papá como barbero, hasta que nos mudamos a un apartamento en Las Cumbres de San Antonio de los Altos, cuando yo tenía ocho añitos, aquello para mí era un palacio porque venía de vivir en una pequeña conserjería”.

Reveló que su infancia transcurrió entre un balón de fútbol y un kimono. “Durante 18 años practiqué taekwondo, jugué fútbol a nivel profesional y representé a la selección de Venezuela en España a finales de los 70. Estudié siempre en el colegio Cervantes hasta que me mudé por un tiempo a la madre patria”.

Prosiguió su relato diciendo que “allá me gradué en bachillerato y poco tiempo después como periodista, título que obtuve para entregárselo a mi mamá porque la verdad era que yo quería ser médico, pero no se pudo porque no teníamos cómo costear esa carrera. El deporte fue mi pasión, pero en Venezuela no tenía cómo desarrollarme en esa área porque para aquel entonces las oportunidades eran ínfimas y pagaban muy poquito a los atletas”.

Facetas inesperadas

Cuando regresó a su país, trabajó en el Bloque de Armas por tres años, pero no ejerciendo la profesión, sino como distribuidor de periódicos y de la gran cantidad de revistas de la prestigiosa editorial. Recordó que para la época le correspondió la zona de El Paraíso, Montalbán y San Martín.

“Eso lo hice hasta que decidí crear mi propio periódico, el cual llamé Los Salias Hoy, pero ya en ese momento estaba de concejal porque fui electo por primera vez en 1992. Dos años después me certifiqué en el MTT como locutor, bajo el número 25.691. Recuerdo también que yo daba clases de artes marciales aquí en el municipio y tenía un gran número de jóvenes a los que enseñaba”.

Una tarde se le acercó un señor y le recomendó que se lanzara a concejal, porque todo mundo lo conocía y apreciaba, además porque desde esa posición podría hacer muchísimas cosas más en aras del deporte y la comunidad. “Ese hombre me dijo que hasta iba a poder hacer canchas, pero me mintió porque un concejal legisla; sin embargo, me enganchó la idea y fui a elecciones”.

“Aún cuando no tenía el apoyo de ningún partido fuerte, logré imponerme con una gran cantidad de votos en el circuito, hazaña que repetí cuatro veces más, convirtiéndome en el único concejal a nivel nacional que logró mantenerse 20 años ininterrumpidos en el cargo, hasta que gané la Alcaldía en 2013”.

Lo más importante

A su juicio, la clave del éxito que ha tenido radica en el contacto permanente y real con los vecinos. Considera que ha sido de suma importancia, a nivel personal, poder caminar siempre, incluso ahora, por las calles de San Antonio y percibir el cariño sincero de las personas, porque para él, la gente de Venezuela es la mejor del mundo por la nobleza que le caracteriza.

“Procuro no cambiar, porque aquel que no sabe administrar el poder, cuando lo pierde está hundido. Yo en algún momento voy a dejar de ser alcalde, eso lo va a decidir Dios, pero seguiré siendo el Josy Fernández que todo mundo conoce en este municipio, al que nunca llamaron concejal y al que no llaman Alcalde porque no me gusta que lo hagan, yo sencillamente prefiero que me llamen por mi nombre y que vean que soy el mismo antes, durante y después de un cargo que no tiene por qué cambiar a un ser humano”.

Con una sencillez y simpatía admirables, explicó que cuando se viene de una familia tan humilde, en la que se pasan muchas necesidades, se aprecia verdaderamente el valor de las cosas logradas desde el trabajo honesto y, por supuesto, la importancia de la gente.

“Mis padres me inculcaron los mejores principios y valores, esos que siembro en mis hijos. La señora Fina, mi mamá, es hasta más popular que yo, desde el quiosquito que tiene desde hace 30 años en pleno pueblo se ha ganado el respeto y cariño de los salienses, eso lo admiro y por eso hablo con tanto orgullo de mi familia, porque de ellos aprendí a ser un verdadero servidor público”.

Hombre de fe y familia

Josy aseguró que 1992 fue su gran año. En primer lugar porque se casó con Evelyn, con quien lleva casi 25 años de matrimonio y porque nació su primogénito Michell; además, porque se inició en la vida política de manera singular pero gratificante. En 1995 nació Danny, el segundo retoño de la feliz pareja.

Entre las tantas anécdotas que han podido marcar su historia, refirió una enfermedad que padeció su hijo mayor cuando tan solo tenía 10 añitos. Desarrolló una alergia que le tumbaba la piel. “Sufrimos porque no teníamos mucho dinero y no encontrábamos quien hallara cura a ese problema, hasta que un día fui a la iglesia y le pedí a Dios y a José Gregorio Hernández que intercediera por su hijo. Al día siguiente apareció un especialista que con una venda, crema y agua lo sanó, le agradezco infinitamente al cielo ese favor recibido”.

Con una sonrisa enorme y un destellante brillo en la mirada, confesó que sus hijos son su mayor bendición. Michell, con 24 años, es piloto de Santa Bárbara Airlines; y Danny, con 21, se abrió una carrera como pelotero en los Estados Unidos jugando con los Orioles de Baltimore.

“A pesar de que ya están grandotes, yo soy un enamorado de mis hijos, disfruto muchísimo de ellos porque son lo mejor que me ha pasado en la vida. Los hijos no son tarea de la guardería, ni de la familia, sino de sus padres con quienes deben tener contacto y afecto palpable, que exista verdadera conexión para que la crianza sea la clave de su futuro”./Maribel Sánchez/ac/Foto: Alexander Offerman/

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