En Brisas de Oriente al menos 30 casas pueden derrumbarse

Entre callejones oscuros, bloques sin friso, paredes deterioradas, casas en alto riesgo e inseguridad, viven los habitantes del barrio Brisas de Orientes, un lugar lleno de carencias y dificultades que ha sido olvidada por los entes gubernamentales.

Quienes pertenecen a esta comunidad, sueñan con vivir en condiciones óptimas y dignas, pese a los muchos esfuerzos que han hecho vecinos y miembros de los dos consejos comunales Central y Juventud, Unión y Futuro. Existen bastantes fallas que juntas hacen al sector muy difícil de habitar. Este sitio está compuesto por diferentes zonas como El Mango, Chorrito I y II, Pascual, La Capilla y Cenote, cada una de ellas con necesidades bien arraigas.

A los lados de su estrecha e irregular carretera se intercalan motos, carros y puertas a recovecos que conducen a una cantidad de caseríos inimaginable. Su gente humilde, pero muy atenta nos guió para que poco a poco nos enteremos de qué cosas necesitan para mejorar la vida de los habitantes.

Una vía que obstaculiza el paso

La carreta principal es muy angosta, los autos y motos que se estacionada en cada lado dificultan el paso de los que se proponen ir a ese lugar, pero esta situación, no se compara con el deteriorado estado de las calles.

“Todas las rutas están estropeadas, las que están peor son las que cercanas al camino principal, las de El Mango, hasta El Plano.”, informó Magali Ortiz, miembro del Consejo Comunal Central. Indicó que la Alcaldía no quiere nada con Brisas de Oriente, por ser una comunidad que se identifica con el Gobierno.

Debido a lo estrecho de las carreteras, y los carros mal estacionados, solo funciona un canal, por lo que los conductores deben armarse de paciencia, ya que en el proceso de echar para adelante y para atrás para que los vehículos pasen, pueden transcurrir hasta media hora.

Un cariñito para mejorar el sector

Paredes deterioradas, brindan mala impresión a todo el que camina entres sus calles, no obstante, se están haciendo unos primeros esfuerzos para mejorar está situación, ya que Misión Ribas está dictándole un curso a 17 niños para que aprendan a elaborar mules, los cuales harán en estas paredes.“Desde la entrada de Los Golfeados, hasta el área de El Plano, incluyendo el paso principal de El Mango y el Cenote, los muros necesitan una recuperación” detalló la vocera.

Explicó que solicitaron apoyo a Bahía, para que les donaran dos cuñetes de pintura, y aunque han pasado 15 días, no han recibido respuesta. Esta misma situación se repitió con la ferretería Imeca. “Yo creo que para culminar esa recuperación, en su totalidad, se necesitan 8 galones de pintura y rodillos”

El agua que se desperdicia

El agua es un recurso necesario para cualquier persona, no obstante, se nota cómo algunos vecinos la utilizan mal. “El Consejo Comunal Central, está a punto de comenzar a citar a quienes botan el vital líquido”, aseguró Ortiz.

También denunció que muchos vecinos ponen música a volumen alto, y que deberían controlar esto, ya que molestan a otros. “A veces cuando viene la guardia quitan a la gente, pero después que los efectivos se van regresan” Recalcó que es importante crear una red de aguas negras. “Hay que recoger las aguas de las cañerías, en el sector El Indio, hay una que está tapada, se necesita una cuadrilla para limpiar eso”.

Las calles están a oscuras

Muchas de las calles están a oscuras, en el sector Pascual faltan 4 postes, también en La Capilla ocurre lo mismo. Miembros del consejo comunal están realizando un censo para determinar la cantidad de alumbrado que necesaria para, posteriormente, solicitarle el apoyo a Corpoelec.

El miedo se apodera de los lugareños

Según Rafael Machado, vecino, hay aproximadamente 30 personas que tienen sus hogares en alto riesgo, la razón es que los terrenos se están cediendo. Las casas afectadas se encuentran en el Chorrito I y II. Las lluvias, crea pánico en los domicilios, pues, temen perder sus viviendas. “El cerro está cediendo, fui hace dos meses a la Alcaldía, pero no me han dado respuestas”, señaló Juan Bermúdez.

La vecina, que vive justo abajo de Bermúdez, Agustina Becon, explicó que cuando el muro de la casa de arriba se fracturó, las paredes de la suya han comenzados a agrietarse. “Desde el año 2010 hicieron el muro de mi vecino, a los dos meses, se derrumbó, desde el principio estaba mal construido”.

Los que muchos temen

Un lugareño, que no quiso decir su nombre porque teme por su seguridad, indicó que todos los vecinos del sector viven atemorizados porque en Brisas de Oriente hay dos presuntas bandas que cada fin de semana se enfrentan en balaceras y crean pánico en la comunidad. “A la gente no les gusta hablar de eso, porque si los de la banda se enteran, les pueden hacer algo. Aquí todo se sabe”. /Skarlet Nieto/fp