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Asamblea moribunda

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Periodistas de Avance

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     La Asamblea Nacional (AN) declaró ilegal e inconstitucional la presidencia de Nicolás Maduro a partir del 10 de enero del 2019, cuando le correspondería iniciar el nuevo período presidencial, dada su reelección en mayo pasado. Por tanto pidió elecciones generales con condiciones democráticas, agregando la solicitud de disolver la  Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

     Resulta difícil calcular hasta cuándo puede mantenerse con la misma fuerza e intensidad esta guachafita, sin que reviente por algún lado. Pensamos, muy a pesar nuestro, que en algún momento será detenida por la fuerza. Alguien tendrá que poner orden y terminar el juego, metiendo de vuelta en la caja de ajedrez, al re y los peones, tanto negros como blancos, a menos que de este impasse, uno de los dos parlamentos muera.

     No es posible que, ante la preocupación por el futuro de Venezuela y el evidente desplome social y económico provocado por agentes extranjeros y nacionales, aún sin verse luces al final del túnel, los políticos busquen meternos en otro sin salida.

El forcejeo entre Gobierno y oposición no resuelve nada. Ambos quieren plantear un diálogo, donde el adversario acuda sin posibilidad de negociar. Rendirse es la alternativa. Es obvio que a partir de esta condición el diálogo ha muerto.

      ¿Qué vendrá entonces? En el desquicio de la escalada del conflicto, que consiste en un duelo a muerte, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), posiblemente actuará, al mismo tenor que la AN, destituyéndola, aplicando el viejo adagio“mancha de mora roja, con mora verde se quita”.

El problema es que a nuestro parecer, ambos parlamentos terminarán mostrando una carencia de legitimidad que terminará por anular a ambos, sin necesidad de decretarlo.

    La AN, es una institución estillada, atomizada, prácticamente nula, que ni siquiera los acuerdos unitarios para gobernar en cámara serán respetados para el año entrante, de manera que no puede establecer un criterio único para negociar.

Mientras, por su parte, la ANC a presión del chavismo descontento (Jaua y Barreto), llegó al extremo con Luis Brito García y José Vicente Rangel, a alegar la existencia de un secretismo perverso puertas adentro, que cuestiona su esencia.

    La entrevista dominical, sacó del closet lo qué realmente hace la ANC, pues si en verdad no hay ningún proyecto de Constitución hasta este momento, como bien declaró su Presidente, y no ha cumplido las tareas para la cual fue llamada, ¿a qué se dedica, si en una de sus primeras decisiones se dictaminó que actuaría por espacio de dos años, para concluir con un nuevo texto constitucional?.

La respuesta sin ambages conduce a concluir que fue creada para suplantar las funciones de la AN. Debemos señalar entonces, que estamos en el umbral de una Asamblea moribunda. ¿Cuál? La que determine la fuerza de los acontecimientos.

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