La gran casona donde funciona se construyó hace 189 años

El emblemático Ateneo de Los Teques cumple 37 años siendo el epicentro cultural de la capital mirandina, desde aquel 23 de octubre de 1979 en el que se promulgó el decreto elaborado por el otrora gobernador de Miranda José Rafael Unda Briceño, en el que se publica en gaceta oficial la creación del ateneo en la sede ubicada en la avenida La Hoyada, como una corporación de carácter civil, sin fines de lucro, autónoma y con patrimonio propio para fungir como un espacio de reflexión y socialización de saberes de la localidad.

Rubén Darío Labrador, presidente de la asociación, refirió que esa estructura fue inicialmente la casa de un militar que había luchado durante la guerra de Independencia y que como premio recibió un lote de hectáreas en El Barbecho y El Vigía, instaurando su residencia en este lugar que más adelante se convirtió en la residencia de José Vicente Gómez, hijo del general Gómez y quien le colocó el nombre de Quinta San José.

“Esta casa guarda muchas historias, incontables son los personajes importantes que por aquí pasaron, desde el propio Juan Vicente Gómez, José Antonio Páez e Isaías Medina Angarita; pero también grandes figuras del mundo artístico como Simón Díaz, Gualberto Ibarreto y el maestro José Antonio Abreu. Durante estos 37 años el ateneo ha influido muchísimo en el desarrollo cultural de los Altos Mirandinos”.

Sin embargo, aclaró, que la asociación nació diez años antes, cuando un grupo de profesores integrado por Idelfonso Leal, Luis Emilio Rondón, Rosalina García, Pedro Emilio Sánchez y José Rafael Malpica decidieron unirse para crear una figura que conglomerara el quehacer cultural y literario de la ciudad dentro del concepto de ateneo, comenzaron con pequeñas tertulias en una modesta casita del casco colonial de Los Teques.

Con el tiempo, cuando se percataron de que la casa iba a ser demolida, intercedieron para que le fuera concedida a la asociación, tomando como base la estructura de los ateneos de Trujillo y Caracas; es entonces cuando Unda Briceño se casa con la idea y promulga el decreto.

Cambios a granel

En 1984 se generó el primer comodato como sede principal del Complejo Cultural Cecilio Acosta, pero en 1994 sufrió una modificación en la que se extiende la concesión del espacio por 25 años más y además queda separada de lo que hoy es la biblioteca y el teatro que pertenecen a la Gobernación.

“En 2014, cuando nos tocó ser sede del I Festival de Teatro Los Teques, Elías Jaua, el entonces presidente de Corpomiranda, acudió a una presentación donde era homenajeada la recordada Tanya Díaz; yo en mi carácter de presidente del Ateneo le presenté un proyecto para la restauración de la estructura y aceptó de inmediato”.

Prosiguió su relato argumentando “En un mes tenía aquí a los ingenieros, arquitectos y cuadrillas refaccionando todo, recuperando las fachadas internas y externas, remodelando los baños, reestructurando la iluminación y dotando de equipos e instrumentos al ateneo y al preescolar, entre otras cosas más. Fue un gran y completo trabajo que se hizo y el que agradecemos profundamente, porque la casa tenía 28 años sin recibir un cariñito y estaba muy deteriorada, se invirtió un aproximado de Bs. 20 millones”.

Un espacio para todos

La galería de exposiciones Simón Bolívar, uno de los espacios más emblemáticos del lugar, actualmente cuenta con 9 obras pictóricas y 10 esculturas del artista aragüeño Meglys Oropeza; en uno de sus anexos está exhibida una muestra fotográfica recopilada por Luis Emilio Rondón acerca del Los Teques de 1930.

Asimismo, en el lugar se encuentra la biblioteca donde aún conservan los números de la revista proveniente de la editorial del Ateneo, cuyo primer número salió en 1982 y se publicó religiosamente seis veces por año hasta el 2011, donde debieron parar por asuntos presupuestarios; pero que de acuerdo a Labrador están considerando retomarla pronto.

Otro importante espacio, es el salón de música, ampliamente dotado de instrumentos musicales como cuatro, guitarra, piano y donde también se imparten clases de canto. Además en la imponente estructura, que está próxima a cumplir 190 años de construida, y que se mantiene en pie como una de las casas antiguas mejor conservadas de Los Teques, se imparten talleres a grandes y chicos de dibujo, pintura, danza, baile urbano, fotografía, ente otros.

25 años sembrando semillas

Pero sin duda alguna, el fuerte del Ateneo es su centro de educación inicial, donde cerca de 90 chipilines por año dan sus primeros pasos en aula. El mismo cuenta con 25 años de trayectoria, por allí han pasado muchos tequeños que hoy día son o se perfilan como grandes profesionales, al igual que los que participan en los talleres.

Labrador, señaló que uno de los personajes que merece ser reconocido por su labor es la profesora Gilda Arleo, quien desde que se inició el preescolar ha fungido como docente, realizando valiosos aportes y sembrando semillas que a lo largo del tiempo se han convertido en grandes árboles de buenos frutos.

“Es de hacer notar, que desde 1994 el Ateneo se sostiene por autogestión, es por ello que seguimos adelante. Por fortuna los padres y representantes de nuestros niños, así como los participantes de los talleres, están plenamente conscientes de la contribución que deben aportar y lo hacen sin miramiento; acá somos partidarios de que lo que cuenta es la voluntad de todos en pro del desarrollo de espacios como este que marcan referencia”.MS/lb/Foto: Alexander Offerman