La ministra de Derechos Humanos de Brasil, Luislinda Dias de Valois Santos, aseguró que el ajuste fiscal del Gobierno del presidente Michel Temer no suprimirá los derechos y programas sociales, pese a las críticas de la oposición, los sindicatos y movimientos sociales al respecto.
Brasil se sometió hoy al tercer ciclo de la Revisión Periódica Universal ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU sobre la situación de derechos humanos en el país, informó Efe.
“Brasil tiene que hacer sacrificios a corto plazo, pero ello nos proporcionará más crecimiento robusto en el futuro para embarcarnos en importantes políticas sociales en el futuro”, sostuvo la ministra ante los países del CDH y la sociedad civil brasileña.
“Estamos acometiendo serias reformas a fin de restaurar la credibilidad. Estamos invirtiendo, lo que creará empleos y estamos haciendo reformas sociales para que nuestro Estado pueda ser eficaz y generar oportunidades a todos”, recalcó Dias de Valois Santos.
Estas reformas, añadió, corresponderán a las expectativas legítimas de los ciudadanos y aseguran que los derechos humanos sean “plenamente protegidos”.
La ministra dijo que el Gobierno de Temer heredó una crisis, por lo que su objetivo es recuperar el control de las finanzas públicas, “pero al mismo tiempo salvaguardar los programas sociales”.
Explicó que si el desequilibrio presupuestario continuaba como antes, el país habría sufrido una mayor inflación, un crecimiento bajo y un desempleo crónico y todo ello hubiera socavado la capacidad del Estado de financiar políticas sociales que benefician a los pobres y a los más vulnerables.
Dias de Valois Santos se refirió, sin mencionarlo directamente, a la enmienda constitucional aprobada a finales del año pasado que limita el aumento del gasto público anual a la tasa de inflación registrada en el ejercicio anterior durante un plazo de dos décadas.
Según los críticos de la medida, ese límite impondrá severos recortes del gasto público durante las próximas dos décadas en áreas en las que el país requiere de una ingente presencia del Estado, como son la salud, la educación y la atención de los más pobres.
“No suprimiremos los derechos consagrados”, aseguró Dias de Valois Santos.
Dijo que el Gobierno aspira a conseguir a largo plazo un sistema de Seguridad Social sostenible para salvaguardar los derechos de las generaciones actuales y futuras, y a hacer el mercado laboral y los sectores productivos “más dinámicos” al modernizar la legislación y fomentar así la inversión y la creación de empleos.
La ministra se refirió también al programa Bolsa Familia, un mecanismo de transferencia monetaria condicionada (a la matriculación escolar de los hijos) que beneficia a las familias pobres y en el que el Gobierno invirtió en 2016 28.500 millones de reales en beneficio de 13,57 millones a fecha de diciembre pasado.
Igualmente dijo que el Gobierno promociona la agricultura familiar y se ha reducido el hambre en Brasil.
“Ya no figuramos en el mapa mundial del hambre de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO)”, afirmó.
“Tenemos planes para asegurar la seguridad nutricional y seguridad alimentaria y también hemos refinado el Programa “Más Médicos” para proveer servicios de salud a través de centros públicos a los ciudadanos, dijo.
En el plano de la educación, la ministra se refirió a la reforma de la educación secundaria del Gobierno, y en el de la vivienda apuntó a la ampliación del programa Mi Casa Mi Vida, que data de 2009 para reducir la falta de viviendas en el país y facilitar a las familias con bajos ingresos la compra de una casa.
Fuente: ElUniversal
