Algunos experimentan angustia, irritabilidad entre otros síntomas

ILDER MAESTRE

“El intentar comprender la relación que existe entre la personalidad y la identidad, nos podría ayudar a entender el impacto que tienen en nosotros los cambios en el entorno, y muy especialmente en tiempos de pandemia”.

La aseveración corresponde a la psicóloga clínica Mirian Padrón, quien explicó “por ejemplo, es muy posible que un adolescente haya sido de tener un carácter abierto, con agrado a compartir con sus amigos a pasar la mayor parte del tiempo metido en su cuarto, atendiendo a sus mayores aficiones. Y así, que este caso sea motivo de preocupación para sus padres. Incluso, puede suceder que el adolescente afirme que se siente cómodo en su casa con sus intereses y que evite a sus amigos por considerarlos aburridos”.

Recalcó “entonces vemos como si es posible que nuestra personalidad pueda cambiar a consecuencia de una pandemia como la del Coronavirus. Sin embargo, para poder comprender este tema se hace necesario conocer la diferencia entre personalidad, carácter, temperamento e incluso identidad”.

“El confinamiento actual ha supuesto la llamada desorientación subjetiva, es decir, ese momento cuando se pierden los soportes en las que una persona sostenía su vida. Y de un día para otro, la persona se encuentra diferente y visualiza algunas complicaciones y con ello desencadenar estados de angustia, frente a los cuales este tipo de pacientes, requieren ayuda profesional y así reacondicionar su vida al momento actual, o bien para reorientarse” informó.

Expresó “cuando existe algun síntoma se recomienda buscar ayuda profesional si aparecen episodios de angustia elevados, sin poder dormir, sin querer comer, desmotivarse, sin saber qué hacer, mantenerse irritable y con alteraciones emocionales, con sensación de estar paralizado, baja tolerancia a estar solo.

Recomendó “toda persona debe estar en conocimiento de mantener el autocontrol. Es importante que sepa realizar respiraciones que le permitan relajarse. Acudir a especialistas para atender estados de alteración emocional o incluso angustias por aquello que le preocupa y que no ha pasado. En modo breve, ocuparse por el hoy, superar el ayer y evitar preocuparse por el mañana, simplemente porque no ha llegado”. Fotógrafo: Kelvin Izquierdo