21/03/16.- Fieles católicos asistieron a la convocatoria que hace la Iglesia para celebrar, como todos los años, el Domingo de Ramos. Desde tempranas horas, se apostaron en las afueras de la Catedral San Felipe Neri y en la Iglesia Virgen del Carmen, en su mayoría pidiendo por la paz de Venezuela.
Esta ceremonia indica el inicio oficial a la celebración de la Semana Mayor, por ser la representación de la entrada triunfal de Cristo a Jerusalén. De esta manera, se abre paso a lo que será una semana en la que todo el pueblo conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección del Hijo de Dios.
Feligreses escucharon atentamente las palabras ofrecidas en la catedral por el obispo diocesano, quien invitó a todos los vecinos a participar en cada una de las actividades programadas para la conmemoración, de modo que Jesús entre en la vida de cada uno.
Emira Betancourt, devota, expresó que “como fiel católica vengo a pedir por todas las necesidades de mi país, para que cese tanta violencia, tantos robos. La única manera de que Venezuela crezca y salga adelante es no perder la fe en nuestro creador”.
Por su parte, Cybel Apodaca manifestó que “mi motivación este año es pedir por la paz y la reconciliación en Venezuela, hay que confiar y buscar a Dios para que logremos el reencuentro con nuestros hermanos y vecinos de Los Teques”.
“La Iglesia hoy hace un llamado, y esta es la vía que nos conduce adonde podremos reencontrarnos en paz y sin colores políticos. Creo que es el espacio más adecuado para unirnos como hermanos de Jesús en una sola oración para poder sacar adelante a este bello país”.
Asimismo, Yolanda Barreto dijo que su motivo principal es pedir a Dios por todos los venezolanos. “Que todos superemos los problemas a diario, no solo debería hacerse este tipo de oraciones en Semana Santa, sino que constantemente debemos levantar plegarias para que nos entendamos y seamos mejores seres humanos”.
La historia de un glorioso día
En el Domingo de Ramos los cristianos conmemoran la entrada de Jesús a Jerusalén, montado en un asno, aclamado como hijo de Dios, días antes de su Pasión, Muerte y Resurrección.
Ese día los fieles seguidores de Jesús lo recibieron extendiendo sus ramas de olivo y palmas, mientras lo aclamaban rey y gritaban “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! Es de resaltar que hosanna significa vida.
Los católicos acostumbran a vestir de rojo, pues es el color litúrgico del Domingo de Ramos, ya que se conmemora la Pasión del Señor.
En la eucaristía se viven dos momentos importantes: el primero con la procesión de las palmas y la bendición de las mismas por parte del sacerdote que dirige el recorrido, y el otro la palabra que evoca la Pasión del Señor, en el Evangelio de San Mateo.
Este domingo debe ser visto por los cristianos como el momento para proclamar a Jesús un pilar fundamental de sus vidas, tal como lo demostró la gente de Jerusalén al seguir a Cristo.
Asimismo, las ramas de olivo o palmas representan la fe de la Iglesia en Cristo, la proclamación de Jesús como el Rey del Cielo y de la Tierra y, sobre todo de la vida del cristiano.
Durante esta época, los cristianos coloca los ramos benditos en distintas partes de la casa, pero la gran mayoría realiza cruces que son puestas detrás de la puerta, sobre crucifijos o cuadros religiosos, como representación de la vida, la resurrección y la renovación de la fe en Dios./ac
Por: Daicer Cáceres/Foto: Gabriel Ordóñez
