Debido a las lluvias dadas hace diez meses aproximadamente, vecinos de La Quebradita, sector 2 de Ramo Verde, se vieron afectados por el deterioro que sufrieron las luminarias y los medidores de la zona.

Celia Monterrey, lugareña, explicó las medidas que tuvieron que tomar para evitar accidentes, ya que todos los cables se encontraban tirados a lo largo de la calle principal que conecta a más de 150 familias.

“Un vecino fue el que tomó la decisión de recoger los medidores que estaban esparcidos por la tierra enredados con los cables que se suponía nos mandaban la iluminación que necesitábamos”, dijo.

Declaró que hay muchos niños que se la pasan jugando cerca del tendido eléctrico caído, lo cual implicaba un peligro mayor “la iniciativa salió cuando notamos los accidentes que podían ocurrir si no tomábamos cartas en el asunto”.

Piden a la empresa de Corpoelec un minuto de su tiempo en checar los problemas que los aqueja como comunidad “es una boca de lobo, por lo que nos sentimos desprotegidos al transitarla en altas horas de la noche”. /HM/at