Cada fin de semana se pone de manifiesto el espíritu rumbero de muchas personas en Los Teques, quienes no escatiman en el efecto que causan sobre los demás cada vez que les da por subir los decibeles.
Durante la noche de este sábado y la madrugada del domingo los afectados en zonas como San Pedro, El Trigo y Guaremal pedían a través de las plataformas comunicacionales se le respetara el derecho al sano descanso porque los bullicios se daban en zonas residenciales; en todos los casos recibieron respuesta inmediata de la Sala Situacional de Guaicaipuro.
A las 10:40 pm del 22 de marzo, una vecina de San Pedro de los Altos solicitó el apoyo porque unos jóvenes que practicaba motopiruetas detrás del llenadero de agua mineral tenían mucho escándalo, irrumpiendo la tranquilidad de los lugareños.
Una hora más tarde, una residente del sector El Oso, en Guaremal, requirió el envío de una comisión a la comunidad, dado que desde las 10:00 am había contaminación sónica generando dolores de cabeza y subidas de la presión arterial a algunos adultos mayores.
Cerca de las 4:45 am un vecino denunció que “la licorería de residencias Trigo Dorado ha tenido toda la noche con música a todo volumen, con personas ebrias gritando en la calle”. De acuerdo a los artículos 21 y 22 de la Ley de Convivencia para la Seguridad y la Paz Ciudadana, establecida por el Consejo Legislativo del Estado Bolivariano de Miranda existen comportamientos que afectan la tranquilidad y relaciones respetuosas de las personas; entre los que figuran sonidos o ruidos que generan molestia por su impacto auditivo, en cuyo caso las autoridades de la policía tienen la potestad de desactivar temporalmente la fuente del ruido.