“Mi hija lleva ocho años esperando la reparacion de un colector de aguas servidas que colapsó. Ella prestó colaboración para que unos vecinos de arriba instalaran la tubería, resulta que ahora eso desborda y hasta los excrementos se le meten en su casa”.

Así lo señaló Gladys Barreto, quien dijo que la problemática se presenta en el callejón Libertad ubicado en la avenida Bertorelli Cisneros.

Manifestó que además de los malos olores, han tenido que soportar enfermedades sobre todo en  los niños.

Recalcó que a raíz de esta situación la vivienda ha sufrido daños. “Por ejemplo en las paredes hay filtraciones, están abombadas y nos miedo que el día menos pensado se venga abajo”.

“En varias oportunidades hemos ido a la Alcaldía de Guaicaipuro a solicitar los arreglos pero no nos toman en cuenta. E incluso una vez el Metro ofreció tendernos la mano pero la ayuda nunca llegó”, finalizó./RP. Foto: Kelvin Izquierdo