Vendedores del mercado municipal expresaron incierto el futuro del espacio por la próxima inspección gubernamental que se efectuará para regular los precios. Algunos de estos prefirieron abstenerse de comentar por temor a que tomen represalias en su contra.

Idelmaro Fuentes, uno de los comerciantes, explicó que en estos tiempos, es muy difícil mantener un negocio y atender las exigencias de los consumidores, desconociendo cómo se irán a manejar esas medidas, pero está dispuesto a seguir los lineamientos que se le estipulen, siempre y cuando no influya en la adquisición de la mercancía. Pues mientras haya productos, el barco continuará a flote.

Luis Alayon, otro mercader, comentó que esta decisión puede resultar negativa, pues siguen sin atacar la raíz del problema, la cual es la constante inflación. Consideró que lo mejor era organizar un encuentro entre la alcaldía, la regiduría y comerciantes para llegar a un acuerdo que beneficie a todos.

En un orden diferente de ideas, también se realizó fuera del mercado, una jornada por parte de la secretaría de gestión social, en el que ofrecieron servicios de barbería, ayudaron a registrar a ciudadanos en programas sociales y atender médicamente a varios individuos./SB/