Ricardo Cussano, presidente de Conseturismo, detalló que 250.000 empleos están en riesgo por la deuda de 4.000 millones del Gobierno con las aerolíneas, lo que ha ocasionado una situación crítica en el sector turismo. 

“Al existir una crisis aérea, en general, el sector turismo se vería muy afectado porque sin duda alguna el turista extranjero viene en gran parte, casi en 99%, a través de los aviones. Al no existir esa conectividad, pudiésemos empezar a ver algunos damnificados laborales”, precisó Cussano. Además, señaló que la mayor parte del producto que las agencias de viajes comercializan es boletería, de manera que ya “están empezando a tener serios problemas de flujo de caja. Lamentablemente, estimamos que, en caso de que esto no se solvente, en junio pudiésemos empezar a ver el cierre de algunas agencias, sobre todas las pequeñas y medianas”, lamentó Cussano.

Para Ramírez la culpa es del Mundial

El vicepresidente del Área Económica del país petrolero, Rafael Ramírez, aseguró que la masiva suspensión de vuelos desde y hacia Venezuela no obedece a la millonaria deuda con las aerolíneas, sino a la desviación de rutas producto de la Copa del Mundo de Brasil a disputarse el próximo mes. “Nadie se va de este país. Están desviando aviones para el Mundial de fútbol, pero no es que se están yendo del país”, agregó.

En los últimos meses, Air Canada abandonó Venezuela argumentando razones de seguridad y, la semana pasada, Alitalia suspendió sus vuelos a Caracas por cinco meses, mientras que la alemana Lufthansa paralizó hasta nuevo aviso la venta de boletos. Pese a lo expresado por Ramírez, en ningún otro país de Suramérica se han reducido los vuelos o suspendido las actividades de ninguna línea aérea.