El proceso de reforma constitucional en Cuba inició con la finalidad de adaptarla a los cambios económicos y sociales de los últimos diez años, aunque sin modificar un el sistema político vigente desde hace seis décadas.
Raúl Castro, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), de 86 años, presidirá la comisión de 33 representantes de diversos sectores sociales creada para redactar la nueva versión de la carta magna, anunció el actual presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, durante una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral).
Esta comisión redactará un anteproyecto de la nueva Constitución que refleje “las condiciones económicas y sociales que han ido cambiando con el cursar del tiempo”, definió Díaz-Canel en su discurso frente a los casi 600 diputados presentes en la Cámara.
Se espera que la reforma sirva para dar amparo constitucional al incipiente sector no estatal (operadores de pequeños negocios en sectores establecidos por el Gobierno), así como legitimar la propiedad privada y dar más derechos a la comunidad LGTB.
En este aspecto se han producido recientes avances atribuidos en parte a Mariela Castro, hija de Raúl Castro y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), quien quiere llevar al Parlamento cubano el debate sobre el matrimonio igualitario y la adopción por parte de parejas del mismo sexo.
La consolidación de la apertura económica y social no irá acompañada de cambios en el sistema político establecido por los protagonistas de la Revolución de 1959, según indicó Díaz-Canel.
La futura Constitución tendrá “como pilares inconmovibles la irrevocabilidad del sistema socialista que soberanamente adoptó nuestro pueblo”, así como la “ratificación de la unidad nacional y el papel del PCC como vanguardia organizada y fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado”, sentenció el presidente en su discurso.
Reiteró que al margen del resultado del proceso constituyente, “Raúl Castro seguirá encabezando las decisiones de mayor trascendencia para el presente y el futuro de la nación”, tal y como ya había anunciado en su toma de posesión el pasado 19 de abril.
La comisión encargada de redactar la nueva Constitución presentará el resultado a la Asamblea Nacional (aun sin definir la fecha) y el texto final se someterá a un referéndum para su ratificación por parte de la ciudadanía.
