Cuando nos referimos a juegos de azar tradicionales, la popularidad del juego de dados nunca queda afuera. Esta popularidad ha crecido a lo largo de los años, tanto que es imprescindible no solo en los casinos físicos sino también en los casinos online, siendo uno de los juegos favoritos de los suscriptores.

La palabra dado tiene origen oriental, probablemente se trate de un préstamo lingüístico: del árabe dadd (juego); al igual que del persa: dadon. Es uno de los primeros elementos de azar en los juegos de mesa (2.000 a.C.), es tan antiguo que hasta incluso aseguran expertos en su historia, que es invención previa a los primeros sistemas de escritura. Hay mucha controversia sobre el origen exacto de los primeros elementos de azar, sin embargo varias investigaciones concuerdan sobre su origen regional, los más antiguos se encontraron en la zona del Oriente Medio y estaban hechos con piedras, madera, palos tallados, hasta huesos de nudillos, haciendo de estos un objeto sumamente irregular, con el paso del tiempo, se entendió que, para una exactitud en la probabilidad, éstos debían tener sus caras del mismo tamaño y medida.

Los dados se conocen por su versatilidad, se pueden inventar infinidad de juegos con estos pequeños cubos, pero no siempre estuvieron al servicio del entretenimiento. Muchos expertos aseguran que tanto el dado como otros instrumentos de azar en la antigüedad estaban relacionados con la magia, las predicciones, adivinanzas y los cultos que se realizaban a las divinidades de la época ya que se cargaba a los dados de una connotación sumamente mística. Éstos podían responder preguntas de origen divino y tenían el poder de revelar el destino ya que eran considerados pequeños cuerpos que eran movidos por fuerzas sobrenaturales. Dicha actividad se llama Cleromancia, este nombre proviene de las palabras griegas «Kleros» que significa echar suerte y «manteia», cuyo significado es adivinación.

Una vez popularizado, aproximadamente en el siglo, perdió su reputación al asociarse con apuestas callejeras, pero luego, con el avance del estudio de la estadística, los datos que arrojan los dados se convirtieron en un elemento fundamental para el estudio de probabilidades.

Con respecto a la forma de los dados, existen dos tipos: los imperfectos y perfectos. Los primeros son fabricados para consumo individual, los encontramos en los juegos de mesa y tienen la particularidad de tener las aristas del cubo redondeadas, esto hace que el dado no gire tanto y no se caiga de la mesa. Los segundos tienen las aristas puntiagudas lo que hace que reboten más y giren con más facilidad, haciéndolos más azarosos, éstos se encuentran en las casas de azar o casinos.

Los dados no siempre tuvieron la forma cúbica que conocemos ahora, los más antiguos eran irregulares pero la forma geométrica que se utilizó en los primeros elementos del azar eran piramidales con base triangular, cambiando el sistema azaroso ya que en vez de lanzar hasta 6 valores, existían solo 4.

Se dice que el dado más perfecto matemáticamente de hacer, osea el dado que tenga en todas sus caras un exacto tamaño, lo que hace que las probabilidades se repartan de una manera exacta, es de 120 caras y se lo denomina hexaquisicosaedro.