Una de las causas es el sufrimiento fetalEl Trastorno de Déficit de Atención (TDA) en los niños puede tratarse si es diagnosticado antes de haber cumplido los tres años de edad, así lo aseguró Douglas Torres, especialista en Neurodesarrollo.
Generalmente la patología se desarrolla en los infantes a raíz de algún sufrimiento fetal. Por lo general, esta afectación se asocia con la pérdida de oxigenación, la cual puede ocurrir antes, durante o después del parto, y conlleva a muertes neuronales, es decir pérdida de neuronas, lo que ocasiona que el pequeño, durante su desarrollo de cero a tres años, no cumpla con las actividades que corresponden a este lapso.
En el caso de déficit de atención, los sentidos adheridos a la parte cognitiva no tienden a responder, tales como el intelecto, la visión, audición y el tacto. Si estos están por debajo de lo que corresponde para su edad, ya se puede sospechar que el niño posee este trastorno.
Antes de los 3 años es posible corregirlo
El especialista explicó que tanto el déficit de atención como la hiperactividad, el autismo, parálisis cerebral y toda desviación que provenga del cerebro inmaduro, pueden ser tratados, siempre y cuando, el paciente sea menor de los tres años de edad.
“Durante esta etapa el cerebro todavía es plástico, moldeable y las neuronas aún están sensibles al cambio, por lo cual se puede intervenir. Mientras que si el niño está por encima de los tres años, nos encontramos con que el órgano ya se desarrolló, los huesos del cráneo se consolidaron y no hay capacidad para que las neuronas se distiendan, lo que ocasiona que esa condición previamente establecida se convierta en irreversible”.
En este sentido, indicó que en los casos en que la dolencia sea detectada luego de esta edad, se debe procurar que el paciente sea lo más funcional posible dentro de su condición, aunque no se logra una rectificación total.
Por ello, señaló que es importante que los padres se mantengan alertas y ante cualquier sospecha de que sus hijos puedan padecer alguno de estos desordenes, los lleven a un especialista neurológico.
TDA en la etapa educativa
Si no es diagnosticada dentro del tiempo que determinan los especialistas, y esta llega a establecerse, el pequeño debe ser atendido por un neuropediatra, quien mediante terapias aplica una serie de rehabilitaciones para que este pueda suplir las necesidades que tiene.
“Lo que se intenta en este caso, es darle toda la funcionalidad posible para que el infante pueda adaptarse a sus actividades normales”.
No obstante, en cuanto a las prácticas escolares, recomendó no excluirlos, ni llevarlos a colegios especiales, pues esto permite que aumenten los signos negativos en el afectado. “Muchas veces cuando se lleva al pequeño a una institución especial, este tiende a copiar patrones anormales de otros que puedan tener condiciones más graves que las de él”.
En el caso de las escuelas, si los docentes reciben a un alumno con esta condición, recomendó involucrarlo e integrarlo a las tareas normales que desarrollan sus otros compañeros y, en caso que no haya sido diagnosticado todavía, exhortar a sus padres a llevarlo a una consulta con un especialista para evitar que desarrolle hiperactividad o una patología peor”.
“También aconsejamos que el paciente practique actividades físicas que le permitan explotar esa parte en la que posea algún déficit, preferiblemente natación, ya que es el ejercicio más completo que desarrolla las áreas cardiopulmonares y musculoesqueléticas. Asimismo, le brinda una serie de prácticas que lo ayudará a drenar más energía, pues a medida que drene mayor energía física, más posibilidades tendrá de concentrarse”.
Cómo detectar si el niño posee algún desorden cerebral
Según Torres, son varios los signos que se evidencian en el pequeño al desarrollar alguna de estas dolencias. Los neurólogos poseen un patrón que definen de la siguiente manera: Motor Fino, habilidades que el niño adquiere mediante las manos; Motor Grueso, se refieren al aprendizaje a través de las piernas y segmentos corporales restantes.
En este caso, el infante, respondiendo a su maduración cerebral, debe señalar o identificar dentro de cada mes de su primer año de vida ciertas actividades, las cuales por lo general deben desarrollarse a medida que vaya creciendo, tales como apuñar la mano, coger objetos, controlar movimientos con la cabeza, tronco y extremidades.
Si algunas de estas tareas fallan, no se está presentando una relación con lo que el cerebro está ordenando, por lo que es posible que se presente algún trastorno cerebral./cg