Advierten apropiación indebida del dinero recaudado

RONALD PEÑARANDA

Lo que parecía una conmovedora obra benéfica resultó ser un fraude, por lo menos para los familiares de María Maizo de Pumiaca, quien padece de una enfermedad y requiere un tratamiento de quimio y un cambio de prótesis biliar, cuyo costo asciende a 800 dólares.

A ella, de 67 años de edad, el 6 de diciembre de 2022, le diagnosticaron adenocarcinoma bien diferenciado en el duodeno y desde ese entonces su familia activó una campaña para costear el tratamiento.

Uno de sus hijos acordó con los administradores del Pool Bar El Rincón que funciona en el Club Centro de Amigos de Los Teques, realizar el Primer Festival de DJ de los Altos Mirandinos el viernes 12 de mayo.

De acuerdo a los flayers difundidos a través de las redes sociales en el evento se presentarían al menos 20 disc jockey, dos conocidos locutores, quienes animarían el espectáculo.

El cover tenía un precio de $2 y servicios a partir de $10. “Todo lo recaudado esa noche sería donado a esta gran causa”, es decir para ayudar a María Maizo, así se lee en el aviso promocional.

Llegó el día del festival y según los organizadores el éxito les sonrió. El local y otras áreas estuvieron repletos y de los 20 Dj asistieron 13, que no cobraron nada por su presentación.

Hasta ese momento todo iba bien, los problemas surgieron días después cuando se sentaron a sacar cuentas. Los administradores del espacio le pasaron al hijo de la señora una lista en el que se desglosaba cada uno de los gastos.

De acuerdo a ese documento se vendieron $924 en entradas. “Con esto pensábamos que habíamos alcanzado la meta para el tratamiento de mi mamá. Pero nuestra sorpresa vino cuando la gente del pool nos comunicó que harían unos descuentos”, afirmó Dany Pumiaca en diálogo con Avance.

Los descuentos

De los $924 descontaron $245 del impuesto que aparentemente pagaron a la Alcaldía de Guaicaipuro, de un espacio conocido como terracota que se habilita cuando el pool tiene cubierta su capacidad, en esto son $150. Además $224 en personal de seguridad y $40 en limpieza.

En total los descuentos llegaron a $659, “es decir que del festival corresponderían para los gastos médicos de mi madre $269. Esto no fue lo que se pactó inicialmente. Agradezco que ellos (los administradores del lugar) mostraron su disposición de ayudarnos. Yo trabajé con ellos, había confianza entre nosotros. Nunca me imaginé que actuarían de mala fe”.

Lamentó que el acuerdo solo fue verbal, “nada quedó por escrito, pero me animo a denunciarlo públicamente para que situaciones como esta no vuelvan a repetirse. Esto es una burla, un fraude. Se quedaron con los fondos recaudados por la venta de las entradas”.