Detrás de las paredes violetas y blancas con cerca  blanca que caracterizan la casa  número 47-49 de la calle número 109 del barrio La Libertad funcionaba una “clínica”, donde, de manera clandestina, practicaban abortos.

La información se manejaba entre vecinos, quienes decidieron denunciar la grave situación. Una pareja y su suegra fueron detenidos, este martes, por el Cpbez y el Cicpc, según reseñó El Panorama.

Los aprehendidos son Reina Sánchez, de 61 años,  su hijo, Richard González Sánchez y su mujer, Eloimar Ansoli Rosales Álvarez, de 28 años.

De Richard González se dijo que “fungió como ayudante de su madre a la hora de practicar el aborto a su compañera”.

A través de una nota de prensa, el comisario Biagio Parisi, secretario de Seguridad del Zulia, señaló  que el procedimiento policial se emprendió luego de efectuar labores de investigación, partiendo de reiteradas denuncias recibidas en la estación policial Manuel Dagnino.

Los denunciantes señalaban a Reina Sánchez de ser “la responsable” de realizar los abortos. La mujer “cobraba entre 80 mil y 100 mil bolívares”.

Según fuentes policiales, Eloimar tiene tres hijos y de acuerdo con allegados “este era el cuarto aborto que se practicaba”. Otros decían que era el primero que se hacía.

En un  balde localizaron el feto de seis meses de gestación, además había guantes quirúrgicos, inyectadoras, tijeras y otros instrumentos. Parisi informó  que el caso fue remitido a la Fiscalía 33.

En el barrio La Libertad hay estupor por lo sucedido: “No tuvieron corazón y le  arrebataron la vida a ese niño, lo ahogaron en un balde”, declararon consternados vecinos de la barriada, ubicada en la parroquia Manuel Dagnino, de Maracaibo.

“Detuvimos a Rosales, a su pareja Richard González Sánchez (37) y a la dueña de la vivienda, Reina Sánchez, madre de Richard, quien realizaba este tipo de praxis y cobraba altas sumas de dinero, esta casa funcionaba como un centro de abortos”, confirmó,  a este diario, una fuente detectivesca.

En el barrio La Libertad, el comentario es generalizado entre los vecinos: “Llegaron muy lejos. Ninguno de los tres tiene perdón de Dios”./no