Tras denuncias de residentes del urbanismo La Ladera y de miembros de la comunidad educativa del plantel Juan Daniel Oliver Rugeles, la Alcaldía de Carrizal ordenó el desmantelamiento de un criadero de cochino que funcionaba en la zona.
Funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Urbano, de la Gerencia de Gestión Ambiental y del Consejo Municipal de Derechos del Niño, Niña y Adolescente se trasladaron hasta el lugar y detectaron que en el espacio no se cumplen con los requisitos mínimos de higiene establecidos en la ley que rige la materia.
También observaron que representaba un foco de contaminación ambiental que pone en riesgo la salud de los vecinos y de los alumnos.
Ante esta situación pidieron a los encargados del negocio la reubicación a un área en la cual acaten las normas establecidas en la Ordenanza de Protección Animal.