El pasado viernes 2 de febrero, en las instalaciones del Emma Soler, se llevó a cabo la repartición de las bolsas del Clap para jubilados y pensionados de los sectores obreros, administrativos y educativos, pero se les dio un trato injusto e “inhumano”, así lo describió Germán Urbina, director de Contratación Colectiva y Conflicto, quien salió del evento con frustración por la cuestionable organización. 

Según Urbina, más de 3.000 individuos fueron parte de la jornada y tuvieron que esperar más de ocho horas para retirar la bolsa.  Explicó que a pesar de que realizaron el pertinente procedimiento para obtener este derecho contractual, muchos de ellos no aparecían en la lista.

Añadió que, después de un largo día, la respuesta de los encargados ante este inconveniente fue ambigua e insatisfactoria, por lo que numerosos ciudadanos se fueron a casa con las manos vacías.

El entrevistado declaró que la atención fue indigna, pues para incontables personas de la tercera edad, provenientes de zonas lejanas, fue una pérdida de tiempo y de dinero invertido en el transporte. Por tanto, hizo un llamado al Gobernador para que se encargue de supervisar e investigar los protocolos que se efectúan para lograr una mejor distribución de este beneficio./no/Foto: Antonio González