La estimulación temprana en los bebés permite activar ciertas funciones cerebrales, ayudando a su desarrollo cognitivo y físico.
“La práctica de estas terapias trae muchos beneficios, especialmente en los miembros inferiores, esto para ejercitar y contribuir en el progreso de su motricidad”.
Así lo explicó la especialista en el área de fisioterapia María Sánchez, quien indicó que el flexionar los músculos con ejercicios como la bicicleta o colocar al bebé en diferentes posiciones, ayuda a fortalecer la masa muscular.
“Estas terapias pueden mejorar el sueño del infante, aliviar el estreñimiento y los gases, y darle más flexibilidad y equilibrio. La estimulación es la mejor manera de darle independencia social y motriz”, señaló.
Para un bebé recién nacido lo mejor es tocar sus manos y dedos, de 4 a 6 meses es recomendable el hablarle por su nombre y estimularlo con objetos con distintos colores y texturas, de 7 meses al año es ideal permitirle que se mueva y explore por su cuenta, motivarlo a caminar y enseñarle juegos que incentiven su coordinación. /AGC/at