Hay muchos educadores que desacatarán el llamado de las organizaciones sindicales de asistir a clases solo tres días a la semana, pues temen a ser sancionados o en el peor de los casos perder el empleo.
“Es cierto de que ganamos una miseria, que no alcanza para cubrir los gastos de transporte de lunes a viernes, pero llevo más de 20 años de servicio y me da miedo perderlos, entonces así tenga que ir a pie o pedir prestado para ir y venir prefiero incorporarme a las aulas los cinco días”, manifestó a Avance una maestra de un plantel adscrito a la Gobernación de Miranda.
Otra profesora, también con dos décadas de trayectoria, confesó que se encuentra en una encrucijada porque si no asiste todos los días la sancionan y si asiste sus compañeros la van a tildar de traidora por no apoyar las acciones de los gremios.
Roymer Durán, directivo de la Federación Venezolana de Maestros (FVM) en la subregión de Barlovento, señaló que hay mucho miedo entre los docentes de por perder su trabajo y al mismo tiempo apatía laboral por el bajo sueldo que devengan.
René Zapata, secretario de la FVM en Guaicaipuro, enfatizó que ciertamente habrá compañeros que acudirán a las escuelas para recibir a los niños, “pero también otros irán a levantar actas para dejar constancia de que no pueden dar clases cinco días y así se lo harán saber a los directores”.
“Debo admitir que este lunes cuando comiencen las actividades académicas se presentará una situación muy complicada. Lo cierto es que muchos les van a decir a los supervisores de que no pueden estar todos los días en las aulas porque el pírrico salario se los impiden”.