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Dolor de espalda puede ocasionar discapacidad

Resonancia-Magnética

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Karines Sabino

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25/04/16 -.  El dolor lumbar por más de tres semanas y sin causas aparentes puede ser indicio de actividad inflamatoria, debe ser confirmada por un reumatólogo, ya que puede ocasionar dolor continuo y afectar la movilidad de las personas en edad productiva, esto puede ser causado por la espondilitis anquilosante, una enfermedad que ataca las articulaciones y ligamentos cercanos a la columna vertebral, generando dolor y rigidez, que de no tratarse, puede provocar incapacidad.

Así lo informó el reumatólogo Marco Rivera, quien destacó que esta condición afecta los movimientos por más simples que sean, como el hecho de voltearse, levantarse de una silla, mirar por un lado del hombro, hacer ejercicio y toda las otras actividades relacionadas con la vida social y laboral.

Señaló que un dolor continuo en la parte baja de la espalda por más de tres semanas, lleva al planteamiento de la existencia de actividad inflamatoria.

Explicó que este tipo de dolor se diferencia de actividades mecánicas, que es el término para las molestias musculares causadas por golpes o malas posturas, “puede ser inicio leve pero constante, y que suma terreno con el tiempo, es decir, perjudica otras partes del cuerpo como por ejemplo la planta de los pies o las rodillas”.

Otra característica de la espondilitis es que puede haber momentos en que el dolor disminuye o se intensifica, lo que deteriora severamente la movilidad del paciente y amerita cambios en el tratamiento. De acuerdo con el doctor Rivera, la patología se presenta predominantemente en hombres entre la segunda y tercera década de vida.

Contra sí mismo

Esta patología tiene su origen como la mayoría de los tipos de artritis, en un cambio en el sistema inmunitario, que ataca por error los tejidos sanos del cuerpo.

“Aún no está definido en su totalidad lo que provoca dicho cambio en las defensas del organismo, pero se ha descubierto que la presencia de ciertos genes que reaccionan ante factores ambientales como infecciones, aumenta el riesgo de presentar la enfermedad”.

Indicó que para diagnosticar al paciente la historia y el examen físico tienen un papel importante, existen exámenes complementarios sanguíneos para determinar la presencia de inflamación, algunos de ellos son, la velocidad de sedimentación globular (VSG) y la proteína C reactiva (PCR). En casos de mayor definición se puede mandar a realizar una detección de la proteína HLA-B27.

“Los estudios de imagen se convierten en un gran respaldo al diagnóstico médico, y entre estos está la ecografía articular que puede determinar precozmente la presencia de inflamación de los tendones en sus sitios de inserción hasta inflamación en las articulaciones.

Otra opción es la resonancia magnética protocolo espondilo, que se enfoca en hallar el daño en toda la columna vertebral y en las articulaciones sacroilíacas.

Si la patología no tiene cura, el objetivo de las terapias actuales es reducir el malestar en su totalidad. “El objetivo único del tratamiento no es humilde, es buscar la remisión, que no es más que apagar la dolencia, al punto de no recibir otros medicamentos y la persona se reincorpore 100% a sus actividades cotidianas”.

El dolor es un mecanismo de defensa que alerta sobre algún problema, consulte a su médico general o internista en caso de una molestia en la parte baja de la espalda que no cesa con el tiempo, luego de su evaluación lo podrá remitir a un reumatólogo, quien es el especialista para tratar las inflamaciones en las articulaciones.

“Dolor de espalda es una señal de alguna enfermedad”

Este tipo de dolencias son por fortuna mucho menos frecuentes, aparecen muchas veces en personas jóvenes, y en ciertos caso repercute en  otras articulaciones provocando otro tipo de enfermedades.

“Si tenemos dolor en la espalda, y dura más allá de lo que parece razonable, es mejor acudir al médico, para que valore la necesidad de hacer algún estudio diagnóstico. Pero lo más importante, como siempre, es prevenir”.

Buscar una postura siempre adecuada para la espalda, dormir sobre superficie dura y con almohada baja, evitar esfuerzos con el tronco flexionado y sentarse en sillas de respaldo recto y alto, sobre todo cuando vayamos a estar mucho tiempo sentados, puede ser suficiente para evitar muchas visitas al médico, radiografías innecesarias o antiinflamatorios superfluos./gp/sp

 

 

 

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