Periodismo de Soluciones

Eduard Monasterio, ejemplo de superación

eduard monasterio2

Publicidad

Por:
Por:

Karines Sabino

Comparte esta noticia

Sin discusión, puro talento es lo que emerge de estas tierras tequeñas; desde emprendedores, profesionales, filántropos de distintas edades, hasta los más inimaginados personajes que, a fuerza de perseverancia y de creer al 100% en sí mismos y en las capacidades que pueden explotar, demuestran que todo es posible, que el cambio en nuestras vidas depende solo de nosotros y que los límites son simplemente excusas.

Y así es Eduard Monasterio, un carismático jovencito de 19 años, que se ha dedicado a la locución y con ello ha trascendido fuera de nuestras fronteras para demostrar de qué estamos hecho los venezolanos. Nació y creció en la comunidad Alberto Ravel en Los Teques, desde los 9 años de edad está inmerso en el fascinante mundo del espectro radial, que según aseguró, ha sido desde siempre su principal pasión.

“Siempre con mis primos jugaba a ser locutor, me atraía agarrar cualquier utensilio para fingir que estaba transmitiendo, buscaba imitar lo que decían los locutores de las emisoras que se oían en mi casa. Un día mi abuela quiso enviarme saludos a través de la radio y me pidió que me mantuviera muy alerta a la programación, así lo hice y resulta que me topé con una promo que estaban difundiendo en Soberana 92.5 FM en la que hablaban de un casting de voces infantiles para unos micros”.

Refirió que con la picardía, inocencia y emoción de un niño de nueve añitos, decidió llamar por teléfono a la emisora para inscribirse, sin siquiera habérselo participado a sus padres; facilitó sus datos y los de ellos para inscribirse.

Transcurrido un mes, su madre Endrina Carrillo recibió una llamada telefónica en la que le indicaban que Eduard había quedado seleccionado, cosa que le tomó por sorpresa porque ignoraba por completo la ingenua travesura de su pequeño; sin embargo, ella junto a Carlos Monasterio, padre de Eduard, apoyó su intención y lo llevaron a los estudios.

“Por un momento pensé que no tendría chance de quedar seleccionado para la segunda fase, había cualquier cantidad de participantes, muchos de ellos apadrinados por locutores de la emisora, pero eso no me detuvo y procuré dar lo mejor de mí. Me escogieron para la siguiente audición, el señor Fernando López, a quien respeto, admiro y agradezco mucho, fue quien nos recibió y orientó, es un gran maestro; el productor fue el inmortal Alberto Aguilar”.

A pedir de boca

Con esa valiosa oportunidad, se inició grabando micros radiales llamados “Los bajitos de la casa”, que tenían como temática los deberes y derechos de los niños y adolescentes en la sociedad. Luego, estuvo en el programa sabatino conducido por López denominado “Fin de Semana”.

“Viví los mejores sábados de mi infancia, allí compartí un segmento junto a Stefanny Mena, hacía lo que me gustaba. En noviembre de 2011 cerraron la emisora, fue un duro impacto, sentí una tristeza indescriptible, era como una casa, le tenía a todos mucho cariño ya que allí me permitieron hacer radio por primera vez”.

Como el tiempo de Dios es perfecto, resulta que la vida volvió a sonreírle a Eduard en enero de 2012, cuando de nuevo Fernando López le brindó una oportunidad de oro,  resulta que la vida volviimpacto para mi, sent procur llamada telefstaba transmitiendoque loés de una propuesta totalmente diferente.

“Ahora el compromiso era compartir  cada sábado los temas más solicitados durante la programación de Miranda 100.1 FM, emisora en la que estuve dos años haciendo incluso transmisiones desde la calle; allí aprendí full con Maritza Quintero y Carlos Cádiz”.

Más adelante, recibió una propuesta en octubre de 2014 para formar parte del staff de una emisora que recién iniciaba sus transmisiones, Zona 92.5 FM, allí mantuvo el esquema de los temas más sonados en la radio, pero con un poco más de independencia, para demostrar lo que ya había aprendido con un programa llamado “Extremo musical”. Más tarde, tras algunos ajustes en la programación, emprendió “EnZona2” junto a Nelyibeth Calcaño.

Para 2016 enfrentó un fascinante reto en Tiora 101.3 FM, donde asumió el cargo de coordinador general. “Era un nuevo desafío, aprendí muchas cosas y conocí personas que me apoyaron para cada día hacer que la emisora creciera, creaba contenidos a la par que conducía la revista radial ¿Qué hay para hoy?.”

Digno de exportación

Desde Ecuador, donde actualmente reside, nos contó vía cuestionario, el cual reforzamos con algunas notas de voz por Whatsapp, que estudió en la Unidad Educativa Manuel Díaz Rodríguez, el 6º grado de primaria lo sacó en el colegio Cecilio Acosta I y cursó bachillerato en la UEP San Gabriele; para luego adentrarse en la carrera de Comunicación Social dentro de la Universidad Santa María, la cual debió interrumpir una vez que se marchó para su actual país de residencia.

“Fue en noviembre de 2016, cuando en busca de nuevos horizontes, emigré de Venezuela, sin tener aún propuesta relacionada con la radio. En diciembre, presenté mi reel de locución a Carlos Rangel, gerente general de CRadio Ecuador, quien sin pensarlo dos veces me permitió ser la nueva voz que identificara a la radio”.

En la actualidad, este talentoso joven está de lunes a viernes de 10:00 am a 4:00 pm compartiendo datos de interés en materia de música y presentando los temas que solicitan durante la programación.

“En mi familia no existe nadie que se haya desenvuelto jamás en el área de la Comunicación Social o carrera afín, es un gusto que me nació solito de manera natural y que disfruto enormemente. La constancia y la pasión por la radio lo han sido todo, las fronteras no han sido límites para dejar de hacer lo que me gusta, seguiré por más”.

Aseguró que no pierde las esperanzas de regresar a Venezuela y volver a hacer radio desde su terruño tequeño. “Quisiera que fuera desde mi propio medio de comunicación, lo tengo muy presente cada día de mi vida”.

Entre las satisfacciones que le ha dejado trabajar en lo que le gusta, mencionó el conocer personas extraordinarias en distintos ámbitos, interactuar con el público, además que ser locutor le permite un mejor desenvolvimiento en otras actividades, como por ejemplo, los estudios./ac

Foto: “Las fronteras no han sido límite para dejar de hacer lo que me gusta” (Cortesía)

 

Noticias relacionadas