Todas las personas, que de una u otra forma, son vulnerables a tener enfermedades o a pasar situaciones traumáticas, requieren el apoyo de familiares y amigos, es por ello que casi siempre se habla de la persona afectada, pero muy poco se dice de la persona o personas que están apoyando, y este punto es muy importante ya que, en ocasiones, cobra un alto costo en su equilibrio emocional, en el aspecto económico y hasta en su salud.

María Armas, psicólogo y terapeuta declaró “obviamente existe el deseo de ayudar al familiar que se encuentra afectado, evidentemente se hace necesario tomar algunas decisiones y llegar a algunos acuerdos para evitar que el desgaste afecte tanto a la persona de apoyo, que termine enfermándose también, sobre todo cuando es una sola persona la que asume la responsabilidad”.

“Es muy importante impulsar la autonomía física, emocional y económica del afectado. Aunque hay enfermedades y trastornos que son incapacitantes o situaciones emocionales que, temporal o definitivamente, van incapacitando a las personas por lo cual habrá que tomar medidas tanto a corto como a largo plazo cuando es algo que no se va a resolver”, explicó.

Recalcó que si la situación es algo transitorio, hay que tratar, en lo posible, que el  afectado retome su normalidad, “retome su vida y darle apoyo para que pueda cerrar el ciclo de la emergencia y aumente su autonomía para tomar decisiones y avanzar”./ID/rp Fotógrafo: Yuliettsha Molina