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El crimen casi perfecto contra el ex espía Alexander Litvinenko

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Periodistas de Avance

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Pero, casi diez años después, la investigación pública por la muerte del ex espía ruso Alexander Litvinenko en Londres finalmente concluyó con la identificación de varios culpables.

“Estoy seguro de que el señor Lugovoi y Kovtun colocaron el polonio 210 en la tetera”, dijo el juez a cargo de la investigación, refiriéndose a los dos antiguos colegas de Litvinenko considerados los principales sospechosos por las autoridades británicas.

Pero Sir Robert Owen fue incluso más allá. “Hay indicios que permiten concluir que este fue asesinado por agentes de los servicios de inteligencia ruso en una operación “probablemente aprobada […] por el presidente Putin”, dijo. Aunque el Kremlin, que afirma que la investigación fue “politizada”, sigue negando cualquier responsabilidad en el caso.

BBC Mundo te recuerda aquí los detalles del que muchos han descrito como “un acto de terrorismo nuclear en las calles de Londres”, tal y como fueron reportados en julio del 2015 por el programa de investigación de la BBC Newsnight.

Miércoles 1 de noviembre del 2006. Un fresco día de otoño en Londres. La capital se estaba preparando para un fin de semana soleado. Alexander Litvinenko es captado por cámaras de seguridad camino a encontrarse con ex colegas de la inteligencia rusa. Las imágenes lo muestran saliendo de plano para entrar al conocidoMillennium Hotel en Mayfair, en pleno corazón diplomático de Londres. Dentro del hotel Litvinenko se tomó un té, un té con polonio radiactivo.

22 días después, estaba muerto.

¿Quién lo mató y por qué? Una fuente de inteligencia le dijo a la BBC que fue asesinado bajo las órdenes del estado ruso, por realizar acusaciones directas contra el presidente y su ex jefe en la inteligencia rusa, Vladimir Putin. El Kremlin niega cualquier relación con el tema.

¿Enfermo o envenenado?

Alexander Litvinenko comenzó a sentirse mal horas después de dejar el Pine Bar del Hotel Millennium. Allí se reunió con AndreiLugovoi y Dmitry Kovtun, dos ex espías rusos que consideraba contactos de negocios. Y amigos.

El 3 de noviembre ingresó al hospital con vómitos y mucho dolor. Nunca se recuperó. Le dijo a los doctores que creía haber sido envenenado. Al principio llamaron a los oficiales de la Policía Metropolitana de Londres, pero pronto la historia llegó a oídos del encargado de la división antiterrorista, Peter Clarke.

“Un colega vino a mi oficina y me explicó que –en un hospital del norte de Londres- había un hombre contando una historia extraordinaria. Decía que era un ex miembro de la agencia de inteligencia rusa y que había sido envenenado por sus ex colegas”.

El hombre mostraba signos de envenenamiento radiactivo. Se le había caído el pelo. Pero cuando los doctores lo sometieron a un contador Geiger –que mide la radiación- los resultados fueron negativos. El hombre estaba grave –y evidentemente- enfermo. Pero nadie pudo entender por qué.

Dos semanas después de ingresar al hospital, Litvinenko fue trasladado en ambulancia y con escolta policial al University College Hospital en el centro de Londres para cuidados intensivos. Su nivel de glóbulos blancos estaba catastróficamente bajo: su sistema inmune había sido destruido. Estaba en un lugar prioritario para un trasplante de médula, pero continuaba empeorando.

Los resultados parecían negativos, excepto por un pequeño aumento por encima de los niveles de base. Por pura casualidad otro científico, que había trabajado en las primeras décadas del programa de bombas atómicas británico escuchó al pasar la discusión de sus colegas. Lo reconoció de inmediato: la pequeña señal de rayos gamma correspondía a polonio-210, un componente vital de las primeras bombas nucleares.

De pronto, todo hizo sentido. Por eso la radiación había pasado desapercibida en el contador Geiger del hospital: el polonio-210emite una fuerte radiación de rayos alfa, pero muy poca, prácticamente nula, de rayos gama.

Ian Shipsey, quien fue parte del equipo que descubrió la partícula deHiggs, le explica a la BBC que el polonio-210 es un fuerte emisor de partículas alfa. Produce muchísima energía, pero en lugares acotados, ya que puede ser bloqueada fácilmente por elementos como papel o piel. Así que es difícil de detectar. “El polonio es 100% mortal. De ser ingerido, destruye las células del cuerpo”.

La noche de ese día, miércoles 22 de noviembre, los doctores deUCLH fueron notificados de que el veneno probablemente erapolinio-210. No había mucho que hacer. Al tomarse el té contaminado en el hotel Millennium, Litvinenko comenzó a ser asesinado de a poco, por dentro. No había vuelta atrás, ese té fue su sentencia de muerte.

De “causa desconocida” a “asesinato”

Las implicaciones para la salud pública del caso fueron profundas. El envenenamiento era, en efecto, un ataque radiológico en plena capital británica. La División de Protección Radiactiva británica organizó a un equipo de 20 especialistas. Trabajaron toda la noche. ¿Cómo hacer las pruebas de contaminación? ¿Qué pasaba con los doctores, las enfermeras, la familia y la casa de Litvinenko? ¿Y qué pasaría con las cientos de personas que habían estado en contacto con él durante esas tres semanas? La crisis se aproximaba a pasos agigantados.

La mañana siguiente y tras examinar una muestra mayor de orina con instrumentos de primera generación, en Aldermaston tenían los resultados finales: polonio-210 confirmado. Ese mismo día 23 de noviembre, murió Alexander Litvinenko.

Su mujer, Marina, tuvo la oportunidad de despedirse. “Tuve la suerte de que me permitieran ver a Sasha por última vez, le cuenta a la BBC con lágrimas en los ojos. “Este fue un ataque horroroso a un ciudadano británico. Claramente no tenía oportunidad de sobrevivir”, dice Nathwani. “He sido médico por 20 años y nunca había visto algo así. Y espero nunca más verlo”.

 

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