El entorno puede favorecer o desfavorecer el desarrollo de un embarazo, lo que significa que el bebé se desenvuelva satisfactoriamente o con limitaciones, según las capacidades de su madre de prepararse para un feliz término.
La terapeuta ocupacional Lesbia López, en conversación con Avance dijo: “Cuando la embarazada hace ejercicios, acompañado de una buena alimentación, estos elementos influyen en un correcto desarrollo del feto, así como el entorno donde la madre se maneje”.
La también profesora universitaria puntualizó que las mujeres en esta etapa de su vida, al hacer ejercicios tres veces por semana a una intensidad moderada, su bebé va a ser más sano y grande, por el mayor flujo sanguíneo. “Siempre y cuando no sea un embarazo de alto riesgo”.
En cuanto al estrés dijo que, si la mujer está sometida a este, se produce la hormona llamada glucocorticoides, la cual en ocasiones hace que disminuya la capacidad de la placenta para transportar glucosa al feto.
“Siempre la salud de la madre va a influir en la salud de su hijo, si en el embarazo vive muchos niveles de estrés y ansiedad, esto conlleva a partos prematuros o aumenta en la probabilidad de preclamsia”, aseveró.